Las stablecoins dejaron de ser un segmento del ecosistema de las criptomonedas para convertirse en un actor macroeconómico global.
Según el último informe State of Crypto de Andreessen Horowitz (a16z), las transacciones con estos activos digitales superaron los u$s46 billones en los últimos doce meses, algo que reflejó un crecimiento de 87% interanual.
El estudio detalló que las stablecoins ya representan más de 1% del dinero fiat de EEUU en circulación y se consolidan como un nuevo canal de pagos internacionales.
El auge de las stablecoins se enmarca en un creciente interés institucional por el sector cripto.
El informe destacó la participación de gigantes como:
Además, esta tendencia se ve potenciada por mejoras en la infraestructura blockchain donde las redes ya procesan más de 3.400 transacciones por segundo, 100 veces más respecto hace cinco años.
Esta eficiencia permitió que las stablecoins pasaran de utilizarse casi exclusivamente en operaciones especulativas a convertirse en la forma rápida, barata y global de mover dólares por internet.
El entorno regulatorio también acompaña este crecimiento. Por ejemplo, a partir de la Ley GENIUS se establecieron normas claras para los emisores y se exigieron reservas auditadas y protección al consumidor.
Por otro lado, en Reino Unido, los reguladores trabajan en un marco legal específico para stablecoins que se espera entre en vigor a fines de 2026.
Estas iniciativas buscan legitimar el uso de monedas estables como herramientas seguras y transparentes dentro del sistema financiero global, algo que habilita su uso por parte de instituciones, fintechs y bancos tradicionales.
El informe enfatizó que las stablecoins son una fuerza macroeconómica global ya que en conjunto poseen más de u$s150.000 millones en bonos del Tesoro de EEUU y las posiciona como el 17° mayor tenedor de deuda pública del país.
El liderazgo del mercado continúa en manos de Tether (USDT) con cerca de u$s127.000 millones, seguido por Circle y USDe, de Ethena.