Nueva York quiere liderar no solo las finanzas tradicionales, sino también la nueva economía digital. Es que, en los últimos días, el alcalde Eric Adams oficializó la creación de la Oficina de Activos Digitales y Blockchain (ODABT), el primer organismo municipal de Estados Unidos dedicado a criptomonedas y tecnología blockchain.
La medida, formalizada a través del Orden Ejecutivo 57, busca consolidar a la ciudad como capital global de la innovación financiera.
"La era de los activos digitales ya está acá. Y con ella llega la oportunidad de impulsar nuestra economía, atraer talento de talla mundial y ampliar las oportunidades para las comunidades con acceso limitado a servicios bancarios", afirmó Adams.
La oficina estará dirigida por Moisés Rendón, especialista en políticas tecnológicas, quien coordinará estrategias con el sector privado y organismos estatales.
"Me honra dirigir la primera oficina municipal del país dedicada a implementar estas tecnologías de forma exitosa y responsable", señaló.
Adams ya había mostrado su afinidad con el sector: fue el primer alcalde en cobrar parte de su salario en Bitcoin y organizó la primera Cumbre Cripto en la Mansión Gracie.
Ahora busca institucionalizar esa apuesta y atraer talento fintech y blockchain a la ciudad.
El director de tecnología de Nueva York, Matt Fraser, destacó que la iniciativa "reafirma la visión audaz del alcalde para convertir a la ciudad en la capital mundial de las criptomonedas" y que su implementación permitirá aprovechar el potencial de blockchain "en beneficio de los 8,5 millones de neoyorquinos".
Claves del plan cripto y blockchain de Nueva York
La ODABT coordinará acciones con el sector público y privado para integrar blockchain en los servicios de la ciudad y fomentar una adopción responsable.
Los puntos principales son:
- Primera oficina municipal cripto del país, creada por el Orden Ejecutivo 57.
- Moisés Rendón, director ejecutivo, coordinará políticas y alianzas.
- Fomento de la educación y protección al consumidor frente a fraudes digitales.
- Inclusión financiera para comunidades no bancarizadas.
- Atracción de talento e inversión fintech.
- Coordinación con reguladores estatales y federales para establecer normas claras.