Mientras la FIFA defiende su modelo NFT, reguladores europeos analizan si el sistema vulnera normas de juego y comercialización
07.10.2025 • 12:12hs • Fútbol
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NFT, fútbol y escándalo: investigan a FIFA Collect en la previa del Mundial 2026
A menos de un año del inicio de la Copa Mundial de Fútbol 2026, la FIFA enfrenta cuestionamientos por la implementación de su sistema de entradas basado en tecnología blockchain.
La iniciativa, presentada como una innovación para garantizar transparencia y acceso equitativo, genera algunas dudas regulatorias y críticas por parte de aficionados y autoridades, especialmente en Europa.
El sistema, operado a través de la plataforma FIFA Collect, permite a los usuarios adquirir tokens no fungibles (NFT) a cambio del acceso a la compra de entradas para partidos específicos del torneo.
Estas coleccionables digitales, desarrollados en colaboración con Modex Tech Ltd. y respaldados por la tecnología Avalanche, fueron promocionados como una vía alternativa al tradicional sorteo de entradas.
Sin embargo, la autoridad suiza de regulación del juego, Gespa, comenzó una investigación preliminar para determinar si esta modalidad cumple con las leyes locales sobre apuestas y venta de entradas para eventos deportivos.
Lo que Gespa investiga puntualmente es si el sistema es una forma de lotería encubierta o un servicio de apuestas. Si se determina que la FIFA infringió regulaciones, Gespa podría exigir el cese de actividades o bloquear el acceso a la plataforma desde Suiza.
FIFA: fanáticos enojados y entradas por las nubes
Otro tema que encendió la polémica de los fanáticos es el precio de los boletos. A través de FIFA Collect, los paquetes coleccionables que habilitan la compra de entradas van desde los u$s329 y a los u$s999, según la sede y la fase del torneo.
El paquete "Right to Final", por ejemplo, permite acceder a entradas para la final en Nueva Jersey, pero su precio se dispara según la selección elegida como favorita, con opciones como Argentina, Brasil o Alemania ya agotadas.
La FIFA defendió su estrategia de precios, argumentando que se trata de un modelo "dinámico" que responde a la demanda y refleja las prácticas del mercado en los países anfitriones: Estados Unidos, Canadá y México.
No obstante, organizaciones de aficionados, como la Embajada de Aficionados de Inglaterra, instaron a la federación a garantizar accesibilidad económica para los seguidores que viajen al torneo.
Mientras tanto, la reventa oficial de entradas ya comenzó en Estados Unidos y Canadá, con precios que superan los u$s10.000 para partidos clave como la final o los encuentros de México.
En plataformas no avaladas por la FIFA, como Stubhub, los son todavía más caros y alcanzan cifras de hasta u$s50.000 por una sola entrada.
La polémica por el uso de blockchain y los altos precios de las entradas para el Mundial 2026 genera dudas sobre la transparencia y el acceso al torneo.
Con más de 5,8 millones de entradas en juego y una demanda mundial enorme, la FIFA no solo debe resolver los desafíos de organización, sino también responder a críticas legales y éticas sobre cómo gestiona la venta y distribución de tickets.