El mercado cripto viene mostrando señales claras de tensión. Una oleada de posiciones vinculadas a opciones put por más de u$s1.150 millones encendió las alarmas entre operadores y analistas.
Estas operaciones permiten a los inversores beneficiarse si el precio de Bitcoin (BTC) cae por debajo de un determinado nivel, lo que sugiere que muchos están apostando a una corrección importante.
Al mismo tiempo, los indicadores técnicos sitúan al activo en una franja de soporte decisiva: si ese piso falla, la corrección puede ser profunda y rápida.
Esto provocó la baja de la mayoría de las principales divisas virtuales con baja de hasta 4% en las últimas 24 horas:
- Bitcoin: u$s108.636 (-2,3%)
- Ethereum: u$s3.936 (-1,66%)
- BNB: u$s1.150 (-1,5%)
- Ripple: u$s2,35 (-2,7%)
- Solana: u$s189 (-4,3%)
- Cardano: u$s0,65 (-2,8%)
- Polkadot: u$s3 (-2,8%)
- Dogecoin: u$s0,19 (-4%)
Qué pasa con el Bitcoin
Según los indicadores, el volumen orientado a opciones put OTM (out‑of‑the‑money) –contratos que se activan si el precio baja más allá de cierto punto – supera el 28% del total negociado, una proporción que refleja una visión bajista significativa entre traders institucionales y minoristas.
Los derivados son instrumentos financieros que permiten especular sobre el movimiento de precios con poco capital inicial; sin embargo, el alto apalancamiento puede amplificar pérdidas rápidamente.
Los flujos de stablecoins hacia exchanges spot (plataformas sin apalancamiento) disminuyeron, mientras que los ingresos hacia mercados de futuros y opciones aumentaron. Esto sugiere que la demanda real de compra para mantener BTC a largo plazo está cayendo, y que la actividad actual está dominada por operadores especulativos.
En cuanto a los indicadores on‑chain, la relación entre posiciones largas (long) y cortas (short) en los principales exchanges se incrementó un 20% a favor de los bajistas durante la semana. Dicho indicador mide la proporción de traders que apuestan a una suba o una baja del precio: cuando los cortos superan a los largos, suele ser una señal de desconfianza generalizada.
Otro factor clave es el contexto macroeconómico. El diferencial entre las tasas SOFR (Secured Overnight Financing Rate) y EFFR (Effective Federal Funds Rate) –dos referencias del costo del dinero en EE.UU. – subió de 0,02 a 0,19 en pocos días. Esta diferencia refleja un encarecimiento del financiamiento y menor liquidez global, lo que tiende a afectar negativamente a los activos de riesgo como las criptomonedas.
A ello se suma que los bancos estadounidenses retiraron unos u$s6.750 millones del mecanismo de préstamos de emergencia (Standing Repo Facility), una señal de que el dinero en el sistema es más escaso. Con menos crédito disponible, el apalancamiento se vuelve costoso y los traders tienden a reducir exposición, provocando presión vendedora.
En este panorama, el sentimiento de mercado se ha vuelto defensivo. La reducción del interés abierto en contratos de futuros y la baja en volumen spot reflejan que los grandes jugadores están retirando posiciones a la espera de mayor claridad. Algunos analistas advierten que, de continuar esta dinámica, podríamos ver liquidaciones forzadas que amplifiquen las caídas en cuestión de horas.
Soportes técnicos clave y escenarios de caída
Desde el punto de vista técnico, Bitcoin se encuentra probando un soporte clave entre u$s107.000 y u$s110.000. Esta zona coincide con los mínimos recientes de septiembre y la media móvil simple de 200 días (SMA‑200), uno de los indicadores más seguidos para evaluar la tendencia a largo plazo. Cuando el precio cae por debajo de esa media, muchos traders interpretan que la tendencia alcista está perdiendo fuerza.
Si el soporte falla, los analistas prevén un primer objetivo bajista en u$s98.000, que representa un retroceso del 10% respecto al nivel actual. Por debajo, el siguiente piso estaría cerca de u$s82.000, el límite inferior del canal ascendente trazado desde octubre de 2023. En ese escenario extremo, la caída acumulada podría superar el 25%.
Por el contrario, si los compradores logran defender la zona actual y empujar el precio por encima de los u$s116.000, el mercado puede recuperar parte del impulso perdido. Un cierre diario por encima de ese nivel confirmaría un rebote técnico y podría activar recompras automáticas por parte de algoritmos de trading.
Sin embargo, las condiciones de liquidez siguen siendo el obstáculo principal. La combinación de tasas más altas, reducción de préstamos interbancarios y baja demanda minorista hace difícil que el rebote se sostenga.
Además, las métricas on‑chain muestran que el porcentaje de Bitcoin inactivo durante más de un año está en máximos históricos, lo que implica que gran parte de la oferta no se mueve y el volumen circulante se concentra en manos especulativas.
En otras palabras, el mercado podría permanecer volátil y sin dirección clara durante semanas, alternando fases de rebotes cortos con correcciones abruptas. Los traders profesionales suelen aprovechar este tipo de entornos mediante estrategias de arbitraje o coberturas, pero los inversores minoristas deben extremar la cautela y evitar operar con apalancamiento alto.
Así, las probabilidades de una corrección aumentaron debido a la confluencia de factores técnicos y macroeconómicos. Las apuestas institucionales bajistas, el aumento del costo del apalancamiento y la menor liquidez conforman un cóctel que eleva la volatilidad. Si Bitcoin no logra sostener su soporte, el mercado podría revivir episodios similares a los de mayo de 2021 o junio de 2022.