El ministro de Economía, Luis Caputo, envió un mensaje grabado al Coloquio de IDEA, que se realiza en Mar del Plata, donde delineó la segunda etapa del programa económico del Gobierno, destacó los logros alcanzados en materia fiscal y descartó una devaluación del peso tras las elecciones.
El funcionario defendió el rumbo adoptado desde el inicio de la administración. Según subrayó, el país dejó atrás "un modelo de déficit fiscal financiado con impuestos, deuda y emisión monetaria", que en el pasado provocaba "depreciación de la moneda, devaluaciones, mayor inflación y menores salarios".
"Pudimos arreglar estas distorsiones sin romper contratos, sin congelar depósitos, sin devaluar ni entrar en default. Hoy estamos en un contexto económico mucho más previsible", aseguró Caputo.
Caputo destacó que Argentina logró estabilizar la macroeconomía y alcanzar el equilibrio fiscal, un objetivo que "no se conseguía hace un centenar de años".
También resaltó la baja en los niveles de inflación, que consideró "más normales", aunque reconoció que los precios aún siguen siendo altos.
En ese sentido, anticipó que "la tendencia va a converger hacia las inflaciones internacionales", dando a entender que no se espera una devaluación del tipo de cambio oficial. La estrategia del Gobierno, según el ministro, será mantener la competitividad a partir de reformas estructurales y no mediante un salto cambiario.
"Es arcaico pensar que la única forma de que Argentina sea competitiva es con una moneda débil. La competitividad debe venir de las desregulaciones, la baja de impuestos y las reformas laboral y tributaria", sostuvo.
El ministro adelantó que comienza una nueva etapa del programa económico centrada en dos ejes: reforma laboral y reforma tributaria.
"La reforma laboral es fundamental porque venimos de un régimen arcaico, rígido e imprevisible, que ustedes -los empresarios- son los primeros en padecer. Esa es la razón por la cual el empleo no crece desde 2011", explicó.
Respecto de la reforma tributaria, Caputo señaló que el objetivo será eliminar impuestos distorsivos, reducir cargas y simplificar el sistema, además de incentivar el ahorro interno.
"El Gobierno ya no tiene déficit fiscal; todo ese ahorro se va a canalizar hacia la inversión del sector privado", remarcó.
Por último, Caputo buscó llevar tranquilidad a los mercados y al empresariado en la antesala de las elecciones, al remarcar que no habrá una devaluación y que la política cambiaria continuará bajo control. El mensaje refuerza la idea de que el tipo de cambio seguirá anclado y que las próximas medidas estarán enfocadas en reformas estructurales más que en ajustes nominales.