Mastercard y varios de los bancos más influyentes del mundo comenzaron a integrarse con soluciones de capa 2 (L2) sobre Ethereum.
Esta iniciativa, liderada por Matter Labs a través de su red ZKsync, busca transformar la infraestructura financiera tradicional mediante una arquitectura más eficiente y segura.
El proyecto, denominado Prividium, propone redes permisionadas construidas sobre ZKsync, una tecnología de escalado que utiliza pruebas de conocimiento cero (ZK-rollups) para procesar transacciones de forma más rápida y económica sin comprometer la seguridad de la red principal de Ethereum.
Las redes permisionadas son blockchains que restringen quién puede participar y qué acciones puede realizar cada usuario dentro del sistema.
A diferencia de las redes públicas como Bitcoin o Ethereum, donde cualquier persona puede unirse, validar transacciones o consultar el historial completo, estas redes requieren autorización.
Algunos de los grandes actores de mundo financiero que se sumaron a la iniciativa son:
Deutsche Bank, además, trabaja en el desarrollo de su propiablockchain de capa 2 sobre Ethereum, también basada en ZKsync, y trabaja en una stablecoin referenciada al euro en colaboración con Galaxy Digital.
La participación de estas entidades refleja un cambio de paradigma donde la banca tradicional dejó de ver a la tecnología blockchain como una amenaza, para adoptarla como una herramienta estratégica para evolucionar sus modelos operativos.
Por su parte, Mastercard avanza en su integración con soluciones de segunda capa sobre Ethereum, en línea con su estrategia de digitalización financiera. Su participación en redes como ZKsync busca facilitar la interoperabilidad entre bancos y sistemas blockchain, sin perder de vista los requisitos regulatorios.
Desde Matter Labs, desarrolladores de ZKsync, explicaron que "las instituciones financieras están en un momento de adaptarse o morir".
Aunque el token ZK mostró una tendencia bajista desde enero, el foco de estas iniciativas no está puesto en la especulación, sino en la construcción de infraestructuras sólidas que permitan escalar Ethereum para usos institucionales.
La colaboración entre desarrolladores blockchain y entidades financieras apunta a resolver problemas históricos como la congestión de red, los altos costos de transacción y la falta de privacidad en operaciones sensibles.