Morgan Stanley anunció que eliminará las restricciones que limitaban el acceso a inversiones en criptomonedas, extendiendo la posibilidad a toda su base de clientes de gestión patrimonial en Estados Unidos.
La decisión posiciona al banco como uno de los primeros actores de Wall Street en abrir completamente el mercado cripto a inversores minoristas, institucionales y cuentas de jubilación, ampliando significativamente su alcance financiero.
Según un informe reciente, Morgan Stanley autorizó a sus asesores financieros a ofrecer fondos de criptomonedas a todos sus clientes, sin importar su perfil de riesgo ni los activos bajo gestión.
Hasta ahora, las inversiones en criptomonedas estaban limitadas a perfiles de riesgo agresivo con al menos un millón y medio de dólares en activos líquidos dentro de cuentas de corretaje gravables.
A partir de esta actualización, el banco habilitará el acceso a todo tipo de cuentas, incluidas las de jubilación, marcando un cambio relevante en la estrategia institucional hacia los activos digitales.
Los asesores financieros comenzarán a ofrecer estos productos la próxima semana, consolidando un avance en la integración de las criptomonedas dentro de las carteras tradicionales de inversión de Morgan Stanley.
Inicialmente, los asesores se centrarán en productos de Bitcoin emitidos por BlackRock y Fidelity, como sus fondos cotizados en bolsa, IBIT y FBTC, que brindan exposición directa a la criptomoneda.
Los clientes, sin embargo, podrán solicitar el acceso a cualquier otro producto de inversión en criptomonedas disponible en los mercados regulados, siempre que cumplan los criterios de idoneidad definidos por el banco.
El movimiento se alinea con una nueva guía publicada por Morgan Stanley, que recomienda asignar hasta un 4% del portafolio de los inversores con mayor apetito de riesgo a activos digitales.
Según el comité global de inversiones del banco, las criptomonedas son un "activo especulativo cada vez más popular", útil para diversificar estrategias de crecimiento y conservación de capital dentro de estructuras de inversión modernas.
Para controlar los riesgos derivados de la volatilidad del mercado cripto, el banco implementará un sistema automatizado de monitoreo que alertará sobre posibles excesos en la exposición de los clientes.
De esta forma, Morgan Stanley busca equilibrar la expansión del acceso a los activos digitales con prácticas de gestión prudente que aseguren estabilidad dentro de las carteras administradas.
Morgan Stanley prepara además el lanzamiento de un servicio de compraventa de criptomonedas, que podría habilitarse durante el próximo año a través de su plataforma E*Trade.
El mes pasado, la entidad se asoció con Zerohash, un proveedor de infraestructura cripto, para permitir operaciones con Bitcoin, Ethereum y Solana desde su entorno de corretaje.
Los clientes podrán comenzar a operar con criptomonedas en el primer semestre de 2026, mientras la compañía analiza la incorporación de nuevos activos digitales en función de la demanda del mercado.
El anuncio coincide con una etapa de apertura regulatoria hacia los activos digitales en Estados Unidos, impulsada por un cambio de enfoque del gobierno federal bajo la administración de Donald Trump.
Con más de 8 billones de dólares en activos administrados, Morgan Stanley apunta a mantener su liderazgo global mientras responde a la creciente demanda institucional y minorista por exposición a criptomonedas.
Esta estrategia refuerza la convergencia entre el sistema financiero tradicional y el ecosistema digital, consolidando el rol de las criptomonedas dentro de las estructuras de inversión de largo plazo.
El mercado de Bitcoin, que actualmente se cotiza por encima de los u$s117.000, refuerza el contexto favorable para la expansión de esta clase de activos dentro de la banca estadounidense.