El bloque BRICS -Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, junto a sus nuevos socios- aceleraron el desarrollo de un sistema de pagos transfronterizo alternativo, en un giro estratégico que podría redefinir el orden financiero global.
El proyecto, conocido como BRICS Pay, busca reducir la dependencia del dólar estadounidense y del sistema SWIFT, pilares históricos del comercio internacional dominado por Occidente.
Durante la cumbre celebrada en julio de 2025 en Río de Janeiro, los líderes del bloque respaldaron oficialmente el "Informe Técnico: Sistema de Pagos Transfronterizos BRICS", marcando un hito en la consolidación de una infraestructura financiera descentralizada. El objetivo es construir una plataforma interoperable que sea:
- Segura
- De bajo costo
- Inspirada en tecnología blockchain
- Capaz de realizar transacciones en monedas locales sin intermediarios
La arquitectura de BRICS Pay se apoya en las infraestructuras nacionales ya existentes, como el SPFS ruso, el CIPS chino, el UPI indio y el PIX brasileño.
El desafío técnico consiste en lograr que estos sistemas, cada uno con sus propias características, puedan comunicarse entre sí mediante protocolos estandarizados.
BRICS Pay: un sistema abierto, descentralizado y soberano para pagos globales
El modelo no contempla una moneda única, sino que prioriza la compatibilidad entre redes, permitiendo que cada país mantenga el control de su nodo dentro de una red descentralizada.
El prototipo de BRICS Pay fue presentado en Moscú en octubre de 2024, y desde entonces evolucionó hacia una solución de código abierto capaz de manejar hasta 20.000 mensajes por segundo.
Aunque todavía se encuentra en fase piloto, su despliegue responde a una necesidad política urgente: proteger a los países miembros de sanciones financieras y fortalecer la cooperación Sur-Sur.
La iniciativa también representa una respuesta directa a las políticas arancelarias de Estados Unidos, que incentivaron la desdolarización en varias economías emergentes.
La apuesta de los BRICS por una arquitectura monetaria multipolar no solo busca autonomía financiera, sino también una transformación profunda del comercio internacional.
Con una población que representa el 45% del total mundial y más de un tercio del PIB global, el bloque tiene el peso suficiente para alterar las dinámicas económicas tradicionales.
SWIFT incorpora blockchain compartida para operar con stablecoins
Si BRICS Pay logra superar los obstáculos técnicos y políticos que todavía enfrenta, podría convertirse en una alternativa concreta al dominio del dólar y al sistema SWIFT.
A fines de septiembre, además, se formalizó que SWIFT incorporó una blockchain compartida para el procesamiento de transacciones con stablecoins.
"Que SWIFT incorpore una blockchain compartida para el uso de stablecoins representa un hito para las finanzas globales, porque facilita que bancos de todo el mundo integren estos activos en sus operaciones de pagos transfronterizos con menor costo y mayor seguridad", explicó Matías Alberti, Country Manager de Coinbase en Argentina.
Esta medida permitirá que las operaciones con estas monedas se realicen bajo estándares bancarios globales, reducción de costos y tiempos de integración en instituciones financieras.
El interés por las stablecoins ya se refleja en los números: solamente en el último mes, las transacciones a nivel mundial con estas monedas digitales superaron los u$s3 billones, un volumen muy por encima de las principales redes de pagos minoristas tradicionales, principalmente gracias al fuerte respaldo institucional.
En Argentina, el uso de stablecoins como USD Coin (USDC) está mucho más extendido que en otros mercados, ya que funcionan como una cobertura contra la volatilidad del peso y como una vía ágil para mover dinero entre cuentas dentro y fuera del país.
"La decisión de SWIFT puede acelerar la legitimación de estas prácticas y acercar al sistema financiero tradicional a lo que ya es una realidad cotidiana para muchos usuarios argentinos", destacó Alberti.