En un país donde ahorrar en pesos es cada vez más difícil, las stablecoins ganaron terreno como una forma de resguardar valor. Hoy representan más del 60% del volumen cripto operado en Argentina, una cifra que supera ampliamente el promedio global.
La búsqueda de estabilidad frente a la inflación, la devaluación del peso y las restricciones cambiarias impulsó su adopción en los últimos años. Estas monedas digitales, respaldadas 1:1 por divisas como el dólar o el euro, permiten mantener el poder adquisitivo sin los límites del sistema financiero tradicional.
Por eso, tanto pequeños ahorristas como empresas comenzaron a ver en ellas una herramienta clave para moverse en un contexto económico incierto.
En diálogo con iProUP, Julián Colombo, Director General de Bitso Argentina, asegura que "en un contexto donde persiste la incertidumbre cambiaria y el temor a nuevas restricciones, las stablecoins se consolidan como una alternativa práctica y transparente para dolarizar los ahorros".
Tal como expresa Colombo, a diferencia de criptomonedas más volátiles como bitcoin, donde las ganancias dependen de una mayor variación del precio, con las stablecoins los usuarios tienen la ventaja de combinar estabilidad con rentabilidad, y con la inmediatez de poder operar en cualquier momento del día.
"Las stablecoins no solo cumplen la función de preservar valor frente a la inflación, que es la principal razón por la que la mayoría de los usuarios recurre a ellas, sino que también ofrecen la posibilidad de obtener rendimientos", indica.
En el caso de la exchange Bitso, las stablecoins USDC y USDT ofrecen hasta un 4% de rendimiento anual, que se paga semanalmente. En este sentido, a través de diferentes productos del ecosistema cripto, los usuarios pueden generar intereses sobre sus stablecoins de manera flexible y con acceso 24/7.
Desde Bitso aseguran que los principales riesgos al utilizar stablecoins no provienen del activo en sí, sino del modo en que se almacenan.
"Es fundamental elegir una plataforma confiable, que cumpla con regulaciones internacionales y esté registrada como PSAV ante la CNV, para evitar fraudes y problemas de liquidez. También, es necesario asegurar la protección de las cuentas utilizando contraseñas robustas y autenticación de dos factores", explica Colombo.
En este sentido, el experto indica que con una correcta estrategia de resguardo, los usuarios pueden operar con stablecoins de forma segura, eligiendo la billetera que mejor se adapte a su perfil y garantizando que sus activos digitales estén protegidos en todo momento.
Para Colombo, en Argentina el uso de stablecoins va a seguir consolidándose como un activo confiable, especialmente en contextos de incertidumbre económica o política.
"En momentos como las etapas preelectorales, donde suele haber mayor volatilidad y temor a nuevas restricciones, las stablecoins se posicionan como una alternativa ágil y segura para resguardar valor y mantener liquidez", resalta.
En esta línea, desde el equipo de Bitso prevén que esta tendencia se sostendrá y más personas las adoptarán como herramienta cotidiana de protección financiera.
Sin embargo, para que el sector cripto alcance su máximo potencial en Argentina y la región, es crucial avanzar hacia una regulación moderna, clara e inclusiva, que evite distorsiones, promueva la innovación y permita construir un ecosistema más justo, competitivo y accesible para todos.
"El marco regulatorio de las criptomonedas se perfila como un factor determinante para su futuro en Argentina y a nivel global. En los últimos años se avanzó mucho a partir de la creación del registro PSAV, sin embargo, resta mucho por hacer a nivel impositivo", concluye el especialista.