La esperada actualización Fusaka de Ethereum, prevista para el cuarto trimestre de 2025, comenzó su fase de pruebas con dificultades que encendieron alarmas en la comunidad de desarrolladores.

Durante su implementación en Holesky, la red de pruebas de Ethereum, Fusaka experimentó un estado de "no-finalidad" que se prolongó por aproximadamente dos días.

Este término técnico indica que las transacciones y bloques no alcanzaron un estado irreversible, lo que compromete temporalmente la seguridad de la red y pone en duda la estabilidad del sistema durante esta etapa crítica.

Los problemas se manifestaron desde el 1 de octubre, cuando Fusaka fue activada en Holesky. Aunque inicialmente el proceso parecía transcurrir sin mayores dificultades, pronto se dió una caída en la participación de nodos validadores, que descendió por debajo del umbral crítico del 66%.

Esta disminución afectó directamente la capacidad de la red para procesar y finalizar bloques, generando retrasos y sobrecargas en los nodos.

Según los desarrolladores la causa principal fue la falta de actualización en los clientes, sumada a un volumen inusual de datos que saturó la red de pruebas.

Pese a las fallas, la comunidad Ethereum respalda Fusaka

A pesar de estas turbulencias, los expertos señalan que este tipo de inconvenientes son comunes en las fases iniciales de prueba de actualizaciones importantes. De hecho, durante el debut de Pectra -la actualización anterior de Ethereum- también se registraron episodios similares.

Estas instancias permiten ajustar parámetros técnicos y fortalecer la infraestructura antes de su despliegue definitivo en la red principal.

Desde la Fundación Ethereum pidieron no desviar la atención a futuras actualizaciones como Glamsterdam y priorizar Fusaka, clave para cumplir con la hoja de ruta del proyecto.

Fusaka busca mejorar la eficiencia de la red con propuestas como PeerDAS, que optimiza la distribución de datos, y ajustes en el límite de gas. Para que estas mejoras se concreten, será necesario resolver los cuellos de botella actuales y reforzar la coordinación entre equipos.

Mientras se afinan detalles técnicos -como la API del Motor y clientes como Geth-, la comunidad sigue de cerca el avance de Fusaka, que representa un desafío organizativo crucial para el futuro de Ethereum.

.

Te puede interesar