El Reino Unido levantará esta semana la prohibición que pesaba desde 2021 sobre los fondos cotizados (ETF) de Bitcoin.

La Autoridad de Conducta Financiera (FCA) confirmó que permitirá el acceso de inversores minoristas y profesionales a estos productos regulados, lo que representa un giro drástico en la política cripto del país.

La decisión llega en un contexto global favorable. Tras la aprobación de los ETF de Bitcoin al contado en Estados Unidos a comienzos de 2024 —impulsados por gigantes como BlackRock y Fidelity—, el mercado global mostró señales claras de madurez.

En apenas seis meses, esos fondos captaron más de u$s20.000 millones y empujaron el precio de Bitcoin a nuevos máximos históricos.

Un cambio de postura

En 2021, la FCA había impuesto el veto argumentando que los criptoactivos eran "demasiado volátiles" y que los productos derivados exponían a los pequeños inversores a riesgos de fraude y manipulación.

Sin embargo, la aprobación de productos similares en otras jurisdicciones y la implementación del nuevo marco regulatorio FSMA 2023 llevaron al organismo a revisar su decisión.

"Queremos fomentar la innovación, pero sin poner en riesgo a los consumidores", señaló un vocero de la FCA.

El nuevo esquema obligará a las plataformas que ofrezcan ETF de Bitcoin a cumplir con normas estrictas de transparencia y divulgación. También podrían aplicarse límites temporales para inversores minoristas mientras el mercado se ajusta.

Acceso más simple y controlado

Con el levantamiento de la restricción, los británicos podrán invertir en Bitcoin desde sus cuentas de corretaje tradicionales, sin necesidad de operar en exchanges o custodiar claves privadas.

Analistas de Bloomberg Intelligence estiman que esta apertura podría atraer miles de millones de libras en nuevos flujos de inversión.

La medida también habilita la participación de fondos de pensión, aseguradoras y gestores institucionales, actores que hasta ahora estaban excluidos del mercado.

Según expertos, esta inyección de liquidez podría replicar el fenómeno estadounidense, fortaleciendo la posición de Londres como centro financiero global.

Competencia y proyección

El gobierno británico busca recuperar terreno frente a otras plazas financieras como Nueva York, Zúrich y Hong Kong.

"Reino Unido necesita mostrar que puede liderar la próxima generación de finanzas digitales", afirmó un exfuncionario del Banco de Inglaterra vinculado al debate regulatorio.

El país también avanza en proyectos paralelos, como la regulación de stablecoins y el desarrollo de una libra digital (CBDC). Con estas medidas, Londres intenta consolidarse como un hub fintech competitivo en Europa.

La decisión británica se suma a una tendencia global de integración de los activos digitales en los sistemas financieros tradicionales.

En un mercado donde las stablecoins ya superan los u$s180.000 millones y las plataformas DeFi manejan billones, el levantamiento del veto confirma que el ecosistema cripto alcanzó un nivel de madurez imposible de ignorar.

Para analistas del sector, el paso del Reino Unido puede convertirse en un nuevo catalizador para el precio de Bitcoin, que en 2025 ya superó los u$s80.000.

"La legitimación institucional sigue siendo el motor principal del ciclo alcista", indicó un informe de CoinShares.

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