La comunidad de Polkadot, la red de criptomonedas, aprobó una propuesta histórica que establece un límite máximo de 2.100 millones de tokens DOT en circulación, algo que marca el fin del modelo inflacionario que regía desde el lanzamiento de la red.
La decisión fue tomada a través del referéndum 1710, que recibió 81% de votos favorables por parte de los miembros de su organización autónoma descentralizada (DAO).
Con esta medida, Polkadot busca:
Hasta el momento, el protocolo emitía alrededor de 120 millones de nuevos DOT por año sin un techo definido, algo que proyectaba un suministro total superior a los 3.400 millones de tokens para 2040.
Con el nuevo esquema, la emisión será ajustada cada dos años a partir del 14 de marzo de 2026, fecha simbólica conocida como el Día de Pi, y se espera que el suministro alcance los 1.910 millones para el mismo año.
De esta manera, el límite de 2.100 millones se alcanzaría recién hacia el año 2160, según estimaciones del equipo técnico.
El cambio representa una transformación profunda en la tokenomics de Polkadot, que ahora contempla tres escenarios de reducción, con recortes inmediatos más agresivos hasta una disminución gradual en la emisión.
La iniciativa también busca incentivar nuevas fuentes de ingresos dentro del ecosistema, con el fin de reducir la dependencia de la emisión continua para financiar operaciones.
En paralelo, el protocolo lanzó el Polkadot Capital Group, una división orientada a conectar su infraestructura blockchain con inversores institucionales, y confirmó el regreso de Gavin Wood como CEO de Parity Technologies, principal desarrolladora de la red.
A pesar del potencial impacto positivo a largo plazo, el mercado reaccionó con cautela. El precio del token DOT cayó cerca de 5% tras el anuncio: retrocedió de u$s4,35 a u$s4,15.
Analistas determinaron que, aunque la escasez futura beneficiaría el valor del activo, el cambio no genera beneficios inmediatos en términos de liquidez o utilidad.
La comunidad, sin embargo, celebró el resultado como una muestra de gobernanza efectiva y madurez institucional, en un momento donde los modelos económicos de las blockchains están bajo escrutinio global.