El precio de Bitcoin (BTC) volvió a quedar en el centro de la escena tras los últimos datos de inflación en Estados Unidos y, sobre todo, por el volumen récord que están captando los fondos cotizados en bolsa (ETF) de la criptomoneda.
En un escenario donde la Reserva Federal (Fed) deberá definir si recorta las tasas de interés la próxima semana, los analistas advierten que los próximos días pueden ser decisivos para el rumbo de la mayor cripto del mercado.
Inflación en EE.UU. y reacción del mercado
El dato del Índice de Precios al Consumidor (IPC) mostró un incremento del 2,9% anual en agosto, en línea con las expectativas, pero con una aceleración respecto a meses previos. En paralelo, las solicitudes semanales de desempleo treparon a 263.000, el nivel más alto en casi cuatro años.
"Es una combinación incómoda: inflación que no baja lo suficiente y señales de enfriamiento en el mercado laboral", explica a iProUP el analista económico Enrique Nievas. Para el experto, esto coloca a la Fed en una encrucijada: "Si recortan demasiado las tasas pueden alimentar la inflación, pero si se quedan quietos pueden profundizar la desaceleración económica".
El analista cripto Iván Bolé añade que "los inversores tenían expectativas desmedidas acerca de la evolución de la inflación y asociaron al 2,9% como 'alto' y subóbtimo para justificar un rally comprador".
Bitcoin reaccionó con volatilidad: primero cedió terreno, perforando los u$s114.000, para luego recuperar ese nivel. Pero los traders están atentos a soportes en u$s111.000 y resistencias inmediatas en u$s115.000.
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Bolé enfatiza que "siempre y en todo momento, cuando las expectativas no se ajustan a los hechos, se ajusta el precio", por lo que cree que "en el cortísimo plazo, estamos bajo la influencia de un movimiento correctivo dentro el mini-rally alcista que se dió a partir de la (re)conquista de u$s112.000".
El segundo gran factor detrás de la cotización es el fuerte ingreso de capital en los ETF de Bitcoin. Solo el miércoles 10 de septiembre estos productos captaron u$s757 millones netos, con el fondo de Fidelity a la cabeza (u$s299 millones), seguido por BlackRock (u$s211 millones) y Ark Invest (u$s145 millones).
En lo que va de septiembre, las entradas suman u$s1.390 millones. Como estos vehículos requieren comprar BTC para respaldar las participaciones de sus inversores, la demanda se traduce en mayor presión compradora en el mercado spot.
"La dinámica de los ETF muestra que hay apetito institucional, más allá del ruido regulatorio o macroeconómico", sostiene Nievas. "Ese flujo puede actuar como sostén para el precio, si se mantiene en el tiempo".
Escenarios de corto plazo
Los especialistas coinciden en que la semana próxima será clave. Si la Fed confirma un recorte de tasas de 25 puntos básicos, algo que el mercado ya descuenta, la percepción de mayor liquidez podría impulsar un rally. En ese caso, superar los u$s115.000 habilitaría un movimiento hacia la zona de u$s118.000-u$s120.000. Es decir, cerca de un 5% de suba como mínimo.
"Un ETF no cambia los fundamentos, simplemente permite que Wall Street infle a Bitcoin con seriedad", apunta Nievas en tono crítico, recordando que la criptomoneda aún enfrenta desafíos estructurales como la concentración de mineros y la volatilidad histórica.
"A lo que tenemos que prestar atención es a los u$s113.500. Bitcoin no debería caer de ese nivel, para justificar un sprint a 117.000-118.000, que sería el objetivo natural siguiente", resume Bolé.
El especialista piensa que el panorama general sigue siendo correctivo desde el pico histórico de u$s124.500, con altas probabilidades de que estemos ante un rebote a la suba de un movimiento bajista no terminado.
"Pero todo está sujeto al tiempo. El activo no puede seguir así una semana. Si pasan los días y no se define una caída mayor, la corrección habrá que darla por terminada, y octubre traería nuevas ilusiones alcistas", concluye.
El atractivo del largo plazo
Más allá de los riesgos inmediatos, otros analistas remarcan que Bitcoin sigue consolidando su rol como activo financiero global. La combinación de adopción institucional vía ETF y narrativa de "refugio digital" frente a la inflación forman un cóctel que sostiene las expectativas alcistas.
"La volatilidad es parte de la esencia del activo, pero lo que vemos ahora es que ya no depende solo de traders minoristas: hay fondos, bancos y empresas que lo incorporan en sus carteras", reflexiona Enrique Nievas.
Carolina Gama, country manager de Bitget en Argentina, asegura a iProUP que "a mediano plazo, el sesgo estructural positivo se mantiene gracias a las adquisiciones institucionales y los patrones de acumulación, con potencial de rally hasta los u$s120.000".
La experta advierte sobre la necesidad de "romper resistencias y que a liquidez global favorezca a los activos de riesgo" para poder arribar a ese escenario. "El Altcoin Season Index alcanzó los 60, señalando una mayor rotación de capital de las blue chips hacia las altcoins, en un ciclo similar al de septiembre en años anteriores", agrega.
En síntesis, Bitcoin transita días decisivos: si el recorte de tasas se concreta y los ETF mantienen el flujo, el rally podría extenderse hacia nuevos techos. El mayor optimismo está a no tan largo plazo: Tom Lee, el "profeta" de Wall Street, asegura que la divisa digital líder llegará a u$s200.000 a fin de año, una suba de 80%, visión compartida por Cathie Wood y Michael Saylor.
Como siempre, la clave estará en cómo conviven la macro, la Bolsa neoyorquina y la propia dinámica cripto.
