Tom Lee, cofundador de Fundstrat Global Advisors, reavivó las expectativas del mercado cripto con una afirmación que vuelve a poner a Bitcoin en el centro del debate: según su lectura, la criptomoneda podría llegar a un superprecio antes de que termine 2025.
La predicción, repetida en diversas entrevistas recientes, combina factores macroeconómicos, técnicos y de oferta para trazar un escenario alcista de gran impacto.
Cuánto costará 1 Bitcoin en 2025
Según Lee, la criptomoneda líder llegará a u$s200.000 en 2025 y tiene como base a la política monetaria estadounidense. Un recorte de tasas por parte de la Reserva Federal –y la expectativa de baja– sirve como motor para incrementar liquidez, presionar a la baja al dólar y empujar flujos hacia activos de riesgo.
Para Lee, ese contexto sería el detonante que, junto con una estacionalidad históricamente positiva en el cuarto trimestre, puede catalizar un tramo de suba pronunciado para BTC.
"Bitcoin puede alcanzar fácilmente los 200.000 dólares antes de fin de año, y sé que es un gran movimiento", remarcó Lee, subrayando que se trata de una posibilidad real si las piezas macro y de mercado encajan.
Más allá de los impulsos monetarios, Lee destaca un dato técnico y de estructura de mercado: la reducción de la oferta disponible en exchanges centralizados. Cuando menos bitcoins circulan en plataformas para la venta, un aumento sostenido de la demanda puede generar shocks de precios significativos.
A eso se suma la acumulación institucional que viene observándose desde hace meses, con grandes tenedores que mantienen posiciones y reducen la presión vendedora.
En términos cuantitativos, alcanzar los 200.000 dólares significaría un ascenso de alrededor del 75–80% desde niveles que se han observado en las últimas semanas. No es una suba pequeña y exige condiciones de mercado favorables y continuidad en los flujos positivos durante el último tramo del año.
Pronósticos de otros expertos
La voz de Lee no está aislada. Otros analistas y casas de investigación ofrecen lecturas similares:
Standard Chartered proyecta que el precio de bitcoin podría alcanzar los 200.000 dólares para finales de 2025, y eleva su pronóstico a 500.000 dólares para 2028.
Esta institución basa su optimismo en la creciente adopción institucional y en la consolidación de bitcoin como activo refugio en un entorno de deuda soberana creciente y volatilidad macroeconómica.
Cathie Wood, directora ejecutiva de ARK Invest, proyecta que bitcoin podría alcanzar los 200.000 dólares como escenario base para 2025, y eleva su pronóstico a un millón de dólares en un horizonte de cinco años.
Wood fundamenta su visión en la escasez de bitcoin y en su creciente adopción como reserva de valor global.
Michael Saylor, CEO de MicroStrategy, fue uno de los defensores más notorios de bitcoin y sostiene que el mercado está experimentando un "shock de oferta" tras el halving.
Saylor considera que este evento, sumado a la acumulación institucional, podría desencadenar un nuevo ciclo alcista, llevando a bitcoin hasta los 500.000 dólares en los próximos cinco años. Robert Kiyosaki coincide con el pronóstico.
Bitwise, uno de los principales gestores de fondos cripto, calcula que el "valor justo" de bitcoin estaría en torno a los 230.000 dólares, considerando los actuales flujos de inversión y la reducción de la oferta tras el halving.
Anthony Scaramucci, fundador de SkyBridge Capital, también se muestra optimista y prevé que el precio de bitcoin podría alcanzar los 170.000 dólares durante 2025. Su visión se apoya en la entrada de grandes inversores institucionales y en la percepción de bitcoin como una reserva de valor alternativa.
Por su parte, Digital Coin Price sitúa su pronóstico promedio en 210.000 dólares para 2025 y lo eleva a 479.000 dólares para 2029, reflejando una visión de largo plazo muy positiva. Changelly, una plataforma de intercambio de criptomonedas, estima que el precio de bitcoin oscilará entre 109.000 y 137.000 dólares en 2025, con una proyección de 163.000 dólares para 2026.
Si bien la combinación de recortes de tasas, estacionalidad y escasez de oferta ofrece una narrativa coherente para un rally, varios factores podrían frenar o truncar el impulso. Entre los principales: la pérdida de momentum comprador, noticias regulatorias adversas, correcciones técnicas tras movimientos rápidos y sorpresas macro que alteren expectativas sobre inflación y tasas.
En resumen, la proyección de Lee es ambiciosa pero anclada en variables identificables: liquidez, estacionalidad, estructura de oferta y demanda, y señales técnicas. Si se alinean –y no se producen shocks inesperados–, los 200.000 dólares dejarían de ser una ilusión.