Los gobiernos del mundo acumulan crecientes cantidades de Bitcoin, ya sea mediante compras directas o incautaciones legales, configurando un nuevo mapa de poder financiero respaldado en la principal criptomoneda global.
Según un análisis de Visual Capitalist que abarca hasta el 31 de julio de este año, varios países concentran reservas millonarias en BTC, lo que refleja el creciente rol estatal en el ecosistema digital descentralizado.
Estados Unidos encabeza la lista con 198.022 BTC, equivalentes a más de 23.450 millones de dólares, cifra que representa casi el 1% de la oferta total circulante de Bitcoin en el mercado.
Gran parte de estas tenencias provienen de incautaciones vinculadas a delitos cibernéticos, incluido el célebre caso de Silk Road, donde el FBI confiscó más de 144.000 BTC en 2013 en una operación histórica.
El fundador de Silk Road, Ross Ulbricht, fue condenado a cadena perpetua, aunque en enero de 2025 recibió un indulto presidencial por parte de Donald Trump, en una decisión que generó fuerte debate político y social.
China se ubica inmediatamente detrás, con 190.000 BTC, valorados en más de 22.500 millones de dólares, acumulados principalmente a partir de confiscaciones relacionadas con minería y fraudes financieros.
A pesar de la prohibición de comercio minorista de criptomonedas, el gobierno chino mantiene sus reservas, consolidando su influencia en la economía digital global y dejando claro su poder regulatorio.
Este dominio compartido entre Washington y Pekín marca un pulso geopolítico que extiende la competencia tecnológica y financiera hacia el ámbito cripto, con consecuencias aún difíciles de dimensionar.
Según los datos del análisis, la cantidad de Bitcoin en poder de distintos gobiernos al 31 de julio de 2025 era la siguiente:
Más allá de las dos superpotencias, el Reino Unido sorprende con 61.245 BTC, valuados en más de 7.250 millones de dólares, lo que lo posiciona como el mayor tenedor europeo de la criptomoneda.
En Europa del Este, Ucrania mantiene 46.351 BTC, equivalentes a más de 5.490 millones de dólares, en un contexto atravesado por la guerra y el uso de criptomonedas para financiar esfuerzos defensivos.
Corea del Norte, con 13.562 BTC, posee reservas estratégicas obtenidas en gran medida a través de operaciones cibernéticas, situándose como un actor inesperado en el tablero global de la economía digital.
En Asia, Bután es un caso singular: el pequeño reino himalayo suma 11.286 BTC, gracias a proyectos mineros basados en energía hidroeléctrica, que alimentan un plan de diversificación económica discreto pero ambicioso.
En América Latina, El Salvador marca un precedente único al ser el primer país en adoptar Bitcoin como moneda legal, acumulando 6.257 BTC por un valor superior a 740 millones de dólares.
Finalmente, países como Venezuela y Finlandia aparecen con tenencias simbólicas: 240 BTC y 90 BTC respectivamente, sumas marginales en comparación con los líderes globales pero igualmente representativas del alcance del fenómeno.