Bitcoin fue visto durante años como un emblema de independencia financiera y descentralización, aunque las últimas señales advierten sobre el problema de concentración inherente al sistema basado en el mecanismo Proof-of-Work.
Actualmente, los registros confirman que únicamente dos grandes pools de minería lograron concentrar un dominio superior al 51% del poder computacional total de la red Bitcoin, evidenciando riesgos significativos para su estructura descentralizada.
Bitcoin en riesgo por la creciente centralización
El analista Jacob King destacó que Foundry mantiene actualmente una participación del 33.63% dentro del hashrate global de Bitcoin, mientras que AntPool concentra el 17.94%, generando juntos un dominio superior al cincuenta por ciento.
Este dominio combinado implica que, si ambos pools de minería colaboraran, superarían el límite del 51% del poder computacional de la red Bitcoin, habilitando en teoría la posibilidad de realizar un ataque para manipular transacciones.
"Una vez que la realidad se imponga sobre cuán centralizado, manipulado e inútil es realmente BTC, todo colapsará más rápido que nunca. ¡Es esencialmente un gran juego de sillas musicales!" compartió Jacob.
Parte de la comunidad ha admitido que la minería de Bitcoin se ha vuelto "extremadamente centralizada", una percepción respaldada por las cifras de Evan Van Ness, que evidencian tres pools manejando en conjunto más del 80%.
Es la primera ocasión en más de diez años que la concentración minera alcanza un nivel tan crítico, desatando dudas profundas respecto a la descentralización, considerada históricamente la piedra angular del ecosistema Bitcoin.
El impacto de esta concentración ha debilitado la confianza de inversores y usuarios en la supuesta resistencia del sistema, reavivando discusiones sobre la sostenibilidad del mecanismo Proof-of-Work y su rol futuro en finanzas globales.
Diversos especialistas cuestionan abiertamente si el Proof-of-Work puede seguir funcionando como pilar estructural, ya que el riesgo latente de un ataque del 51% compromete seriamente su viabilidad en el largo plazo.
¿Es posible que Bitcoin enfrente un ataque del 51%?
Algunos expertos advierten que Bitcoin podría pasar de ser considerado un activo descentralizado a convertirse en un riesgo para inversores institucionales, lo que a su vez tendría consecuencias relevantes dentro del sistema financiero internacional.
Un eventual ataque del 51% permitiría a los pools dominantes manipular validaciones, revertir operaciones confirmadas o bloquear transacciones, provocando un debilitamiento estructural en la confianza sobre la estabilidad de la red Bitcoin.
En tal escenario también surgiría la amenaza del doble gasto, es decir, la reutilización de los mismos fondos en varias operaciones, generando importantes pérdidas financieras y dañando su credibilidad como refugio seguro.
Si bien el hashrate y la dificultad se encuentran en máximos históricos, el temor a que pueda ejecutarse un ataque coordinado mantiene una presión psicológica constante sobre los mercados asociados con Bitcoin.
Los especialistas destacan que concretar una ofensiva de estas dimensiones exige infraestructura tecnológica sumamente costosa y una inversión energética extraordinaria, lo que representa un obstáculo logístico considerable para su implementación efectiva.
A su vez, los incentivos económicos de los principales pools podrían limitar la probabilidad de un ataque, dado que un colapso del precio perjudicaría directamente a quienes hoy concentran la mayor capacidad de minado.
De todos modos, la percepción de vulnerabilidad, reforzada por la posibilidad de un ataque del 51%, resulta suficiente para generar incertidumbre creciente entre inversores y elevar las preocupaciones sobre un posible riesgo sistémico.