El modelo Globant, el unicornio argentino de servicios y tecnología de software, atraviesa una fuerte crisis desde hace algún tiempo. En lo que va de 2025, su capitalización bursátil se desplomó 67%, porcentaje que equivale a unos u$s6.000 millones.
Para colmo, en el transcurso del viernes 15 de agosto, sus papeles en Wall Street experimentaron otra fuerte caída al retroceder 15% -hasta los u$s66,07 cada uno-, tras la presentación de un balance en el que reportó la primera pérdida neta desde 2013.
El modelo de software factory, que durante años fue sinónimo de crecimiento tecnológico y exportación de servicios en Argentina, enfrenta una etapa de revisión.
Las fuertes caídas de las acciones de Globant junto a las salidas de ejecutivas clave como Valeria Abadi (Chief Brand Officer) y Patricia Pomies (Chief Operating Officer) abren grandes interrogantes sobre la vigencia de una estructura que prioriza el volumen por sobre la flexibilidad.
El contexto global tampoco ayuda. El enfoque tradicional de outsourcing pierde terreno frente a soluciones más ágiles, potenciadas por inteligencia artificial (IA) y talento distribuido.
A todo esto se suman otros datos preocupantes. Según Gartner, el 60% de las compañías Fortune 500 migran actualmente hacia modelos de equipos on-demand, capaces de integrarse rápidamente a sus operaciones con menor fricción.
¿Fin del modelo Globant?: la opinión de los expertos
iProUP se puso en contacto con referentes de la industria del software en la Argentina para consultar cómo es la actualidad del sector y si el modelo Globant (de software boutique) sigue siendo un buen negocio.
"La fórmula de escalar por cantidad ya no funciona", asevera a iProUP Ramiro González Forcada, CEO y cofundador de The Flock, una compañía argentina que conecta talento tech de América Latina con empresas globales a través de equipos flexibles y validados.
Y añade: "Hoy, las empresas no necesitan cientos de desarrolladores, sino equipos que entiendan el negocio, se adapten al contexto y entreguen resultados reales desde el primer sprint".
Sergio Candelo, cofundador y CCO de SnoopConsulting y expresidente de la Cámara de Empresas de Software y Servicios Informáticos (CESSI), explica a iProUP que a la hora de evaluar a las software factory deben tenerse en cuenta dos grandes ítems:
- Precio internacional
- Costos argentinos
"Desde 2024 hasta la fecha, la recomposición de los salarios fue muy importante, medidos también en dólares con lo cual la Argentina empieza a ser un país que a nivel de costos es uno de los más elevados", analiza
Y añade: "No obstante, los precios internacionales en dólares se siguen manteniendo". "La Argentina tuvo un cambio radical desde la oferta de trabajo: las personas que buscan trabajo antes querían ganar en dólares y trabajar para afuera porque era la forma de cobrar en esa moneda; hoy, en cambio, piden que no se le ajuste más el salario por dólar, sino que se lo pases a pesos".
La importancia del tamaño del modelo de negocio
Al ser consultado sobre si aún es negocio tener una software factory en el país, Candelo resalta que "todo depende de cómo sea el modelo de negocios".
"Si vos tenés ya los proyectos vendidos en el mundo y querés venir a armar la software factory aquí, tal vez tengas buenos recursos humanos, aunque no de los más baratos. Pero sí podés armar un buen equipo técnico. Esto sería una forma, decir 'bueno, soy una empresa grande que tiene desarrollos de software y armo un centro de desarrollo en la Argentina'", explica.
Y diferencia: "Otro caso es que a vos te hagan conseguir los clientes; entonces ahí quizá aplique más lo de software boutique, donde vos haces los desarrollos a medida y demás, pero vos tenés tu centro de desarrollo y tu equipo de ventas. Ahí es otro escenario. En general, la comercialización de software finalmente se hace entre personas; la relación de confianza piensa que se consiga, no es sólo el precio la única variable a tener en cuenta".
A modo de conclusión, el titular de CESSI remarca que "lo que no está pasando más es que vos instales una software factory en Argentina por un tema de costos". Y agrega: "Si te puede servir como un buen lugar, hacés un centro de desarrollo de calidad, pero no va a ser más la variable costos la que te guíe a estar en la Argentina".
"Sin ir más lejos, si uno ve el crecimiento del mercado de Colombia en desarrollo de software, hay muchas empresas de Argentina que tienen áreas de desarrollo o un tipo de desarrollo en Colombia, porque también hay una gran cantidad de recursos disponibles", añade.
¿Debe cambiar el modelo de negocio de las software factory?
Existe una tendencia más amplia de transformación del modelo de negocio. Para TechCrunch, por ejemplo, desde 2022 a la fecha más de 200 nuevos emprendimientos en América Latina fueron fundados por exejecutivos y líderes técnicos de grandes consultoras, en búsqueda de estructuras más horizontales, ágiles y con foco en producto.
Según el relevamiento State of Software Services 2025 de CB Insights, "mientras las consultoras IT tradicionales crecieron apenas 2% interanual, las plataformas de talento tech (como Toptal, Deel o The Flock) escalaron más de 45% en operaciones globales, impulsadas por la demanda de soluciones a medida y mayor velocidad en el delivery".
"El mercado ya no premia la escala, sino la capacidad de adaptación. Las compañías que logren integrar talento remoto validado, con foco en producto y cultura colaborativa, van a liderar la próxima década", insiste Gonzalez Forcada.
Y añade: "Las demás quedarán atrapadas en estructuras lentas y costosas".
Lejos de desaparecer, el modelo de software factory está obligado a transformarse. Las firmas que sepan hacerlo podrán capitalizar la oportunidad de liderar un nuevo ciclo: más distribuido, más inteligente y, sobre todo, más humano.
Este cambio de paradigma también tiene efectos concretos en el mercado laboral argentino. Según cifras del Observatorio Permanente de la Industria del Software y Servicios Informáticos (OPSSI), más del 30% de los perfiles IT encuestados en 2024 manifestaron su interés en abandonar estructuras tradicionales para trabajar en equipos más autónomos y con impacto directo en el producto.
El fenómeno no es menor: implica una redistribución del talento hacia modelos más horizontales, con menos niveles jerárquicos y mayor participación en decisiones estratégicas.
Más datos e informes que aportan claridad sobre el contexto
El Instituto de Economía de la UADE, en su último informe denominado "Software argentino: del despegue exportador a los obstáculos para la competitividad", enumera cifras que dejan en claro el desafiante contexto.
De acuerdo al trabajo, las exportaciones de software y servicios informáticos (SSI) en Argentina crecieron 8 veces entre 2006-2024, y alcanzaron los u$s2.810 millones en 2024 (con una tasa anual 12,49%).
"Sin embargo, este crecimiento sostenido no ha sido suficiente para posicionar a la Argentina como un actor relevante en el mercado global de software. A pesar de las significativas cifras alcanzadas, el país mantiene una participación marginal en el comercio mundial de SSI, lo que evidencia el enorme potencial desaprovechado del sector", remarca el relevamiento.
El informe de UADE destacó que "esta aparente contradicción entre el dinamismo interno y la inserción internacional limitada refleja la existencia de factores estructurales que restringen el desarrollo pleno de la industria argentina, particularmente en comparación con otros países latinoamericanos que han logrado posicionamientos más competitivos en el mercado global".
El relevamiento detalla que la industria SSI es un pilar clave de la economía argentina, por genera empleo y divisas incluso en contextos adversos, gracias a su alta capacidad de exportación y bajo costo marginal. Puede ser potenciada a partir de algunas acciones indispensables:
- Reforma tributaria: alícuotas reducidas para regalías y licencias de software.
- Nuevos convenios de doble imposición con socios estratégicos.
- Fortalecimiento de la Ley de Economía del Conocimiento y estabilidad normativa.
- Reorientación educativa hacia competencias "agua arriba" (IA, ciencia de datos, algoritmos).
- Sistema de trazabilidad digital para mejorar la fiscalización de exportaciones.
- Políticas para repatriar facturación y propiedad intelectual
Sobre la importancia de precios y salarios en la Argentina (y las opciones para seguir)
"Hay todo un gran cambio en la manera en que los trabajadores prefieren cobrar. Por eso, considero que la clave de una software factory que haga desarrollo no tiene tanto que ver con los precios sino con la calidad de lo que produce", resalta Candelo.
Y agrega: "Los valores tienen un valor medio estándar, un valor hora de un equipo de desarrollo; tenés distintos países con tal vez alguna ventaja en precio: no es lo mismo comprar software en Polonia o en Europa del Este que en India, China o en los Estados Unidos".
"Latinoamérica tiene un buen posicionamiento: la Argentina es un país que tiene gran capital humano, pero también en Colombia hay mucha cantidad de profesionales y México, desde ya", apunta.
Para el titular de CESSI, es un contexto en donde todo parece indicar que simplemente "se están acomodando las fichas" y resalta que "la competencia será por hacer buenos productos y ofrecer buenos precios".
En cambio, González Forcada advierte que "el contexto macroeconómico argentino obliga a repensar algunos los márgenes". "Con la inflación acumulada y la presión fiscal creciente, mantener estructuras internas sobredimensionadas deja de ser viable. En cambio, los modelos de elasticidad operativa —donde se puede escalar o reducir equipos sin costos fijos— permiten a las compañías sostener calidad sin comprometer la rentabilidad", subraya.
"Las nuevas generaciones de developers no sueñan con escalar en una pirámide de management. Buscan proyectos desafiantes, tecnologías actuales y culturas donde su voz tenga peso. El modelo factory, en muchos casos, no logra ofrecer eso", completa González Forcada.