Las criptomonedas alternativas o altcoins entraron en una nueva fase de maduración, marcada por un creciente interés institucional que ahora trasciende a Bitcoin (BTC).

La promesa de diversificación del riesgo, mayores márgenes de crecimiento y exposición a ecosistemas de finanzas descentralizadas (DeFi) o tokenización de activos del mundo real (RWA) son algunas premisas que ponen en auge la inversión corporativa en distintas criptos. Gracias a esta tendencia, la capitalización total del mercado de altcoins superó los u$s300 billones y promete mantenerse en alza.

Carolina Gama, Country Manager de Bitget en Argentina, adelanta a iProUP que la tendencia se debe a una combinación de factores que incluyen un potencial de crecimiento exponencial, características tecnológicas diferenciadas y la búsqueda de diversificación.

"Las instituciones buscan retornos asimétricos que las altcoins más nuevas y con menor capitalización de mercado pueden ofrecer, ya que, si el proyecto tiene éxito, las ganancias potenciales pueden ser muy superiores a las de activos consolidados como Bitcoin", afirma.

Solana, Ethereum y Toncoin: por qué son las nuevas criptos favoritas de las empresas

"Estamos en una nueva era para las tesorerías corporativas, que se está diversificando. Ethereum, la segunda criptomoneda más grande del mercado, que cumplió 10 años, ya figura en balances de las principales empresas del sector", comenta a iProUP Matías Dajcz, Chief Revenue Officer de Ripio.

El experto brinda más datos sobre el fenómeno "ETH superó los u$s4.000 y los holdings corporativos crecieron más del 120%, impulsados por los flujos hacia fondos cotizados en bolsa (ETF)". Dajcz enumera algunos casos destacados como:

Tal es la demanda de este activo que algunos analistas esperan que suba 70%, hasta los u$s7.500, en este ciclo.

El segundo caso emblemático es el de Solana (SOL), que captó inversiones millonarias por firmas como DeFi Development, con más de u$s200 millones asignados, y Artelo Biosciences, primera farmacéutica en construir una reserva corporativa de SOL.

El interés institucional se disparó gracias a la presentación del ETF de Solana de VanEck, y el relanzamiento de tokens en su ecosistema mediante plataformas como pump.fun, que superó los u$s8.000 millones en capitalización. Así, el quinto criptoactivo en capitalización promete crecer 45% en dólares ante la mayor demanda.

Un tercer token que ganó tracción es Toncoin (TON), del ecosistema Telegram, luego de que Verb Technology se convirtiera en la primera empresa listada en Nasdaq que la suma a sus arcas: invirtió u$s558 millones.

En el ámbito DeFi, ONDO Finance captó atención institucional por su enfoque en tokenización de activos del mundo real (RWA). Con una capitalización de u$s2.400 millones y asociaciones con corredores regulados como Oasis Pro.

En tanto, la compañía Mill City Ventures (también cotiza en Nasdaq) anunció la captación de u$s450 millones para formar una reserva estratégica en SUI, luego de que algunos fondos solicitaran la creación de contados ETF de este activo.

El sexto caso es el más curioso: Web3 ALT5 Sigma Corporation, que propuso un plan para incorporar una tesorería corporativa basada en WLFI, el token nativo de World Liberty Financial, el proyecto DeFi apoyado por la familia Trump. 

Según el formulario 8-K presentado ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), ALT5 recibirá u$s750 millones en tokens WLFI a cambio de un millón de acciones y 99 millones de warrants prefinanciados, más otros 750 millones en efectivo. Busca mantener casi el 7,5% del suministro total del token.

"Muchas altcoins se desarrollan sobre tecnologías más avanzadas o enfocadas en resolver problemas específicos que Bitcoin no aborda. Por ejemplo, Solana se destaca por su alta velocidad de procesamiento y bajos costos para aplicaciones descentralizadas, mientras que Toncoin se beneficia de su integración con Telegram. Invertir en altcoins también permite apostar por el crecimiento de ecosistemas completos", precisa la ejecutiva de Bitget.

La regulación cripto en EE.UU: ¿catalizador del 'boom altcoin'?

Uno de los factores clave que se dio en el último mes en EE.UU., luego de que la Cámara de Representantes del país aprobó tres proyectos de ley históricos: 

Ariel Rajovitzky, docente especializado en blockchain de la Universidad Nacional de Mar del Plata, opina que las regulaciones sobre criptoactivos favorecen la adopción en empresas porque "legitiman este tipo de activos no tradicionales".

"Aportan definiciones, clasificaciones y estándares, y eso tiene diversas implicancias: de seguridad, impositivas, delimitación de responsabilidades, mecanismos de supervisión. Esto aporta claridad y reduce la incertidumbre, permitiendo que inversores institucionales puedan tomar decisiones de inversión con mejores fundamentos", describe.

Gama coincide en que "la falta de claridad regulatoria genera incertidumbre y riesgos legales que frenan la adopción corporativa", mientras que "normas más claras reducen estos riesgos y establecen un marco jurídico para la custodia, gestión y contabilidad. Además, un fomentan la aparición de proveedores de servicios confiables especializados en este mercado".

La ejecutiva remarca que al distinguir claramente entre valores y utility tokens, las empresas "se sentirán más seguras para incorporar altcoins en sus operaciones". Los casos de empresas de alto perfil "incentiva a otras a seguir el mismo camino, aumentando así la demanda y la capitalización".

¿Altcoins como reserva de valor?: Los pros y contras de este método

Para la directiva de Bitget, la mayoría de las altcoins actualmente "no son viables como reserva de valor en el sentido tradicional", sino que su principal uso "sigue siendo especulativo: ofrecen un alto potencial de crecimiento, pero también riesgos mayores".

"La elevada volatilidad, la falta de adopción masiva y la posibilidad de que un proyecto fracase las convierten en opciones poco seguras para la preservación de capital. Bitcoin, en cambio, es la única criptomoneda que demostró un camino más claro hacia convertirse en una reserva de valor, gracias a su escasez programada, red descentralizada y creciente adopción institucional", sintetiza la ejecutiva.

Rajovitzky afirma que las altcoins pueden utilizarse como reserva de valor "porque el valor se deriva de la confianza en el proyecto y sus perspectivas futuras". Además, como la volatilidad no es un parámetro fiable del potencial, "cada empresa debe seleccionarlas considerando las perspectivas del proyecto y el caso de uso específico de cada criptomoneda".

El experto remarca que "el avance de las Crypto Treasuries, con inversiones multimillonarias en diferentes criptodivisas, marca una nueva fase de adopción institucional. La diversificación de reservas corporativas, junto con el resurgimiento del DeFi, evidencia la creciente confianza empresarial en el potencial de los activos digitales y un crecimiento en volumen operado".

"Dado el contexto de mercado, es evidente que esta tendencia de incorporar activos digitales en corporaciones redefine modelos de negocio y refuerza el papel de las blockchains como pilares de innovación y descentralización en el sistema financiero", concluye.

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