La cotización de Ethereum (ETH) mantiene una tendencia alcista sostenida y, para Matt Hougan, director de inversiones de Bitwise, hay al menos siete razones clave que explican la fuerte presión compradora sobre este activo digital, lo que podría seguir impulsando su precio a nuevos máximos.
A diferencia de Bitcoin (BTC), que se posiciona como reserva de valor, Ethereum gana protagonismo como plataforma tecnológica y base para contratos inteligentes y activos tokenizados. Esta distinción está atrayendo el interés de inversores institucionales que, hasta hace poco, ignoraban en gran medida a ETH.
Hougan sostiene que el mercado todavía no reflejó por completo el valor real de Ethereum, y destaca el papel central que están cumpliendo los ETF, las tesorerías corporativas y las nuevas aplicaciones financieras sobre la red.
Desde mediados de mayo de 2025, los ETF de Ethereum captaron más de u$s5.000 millones. Esta inyección de fondos institucionales coincide con una suba de más del 135% en el precio de ETH, que pasó de u$s1.500 a más de u$s3.700.
Hougan destaca que estos vehículos regulados permitieron que muchos inversores accedieran al activo por primera vez, replicando el efecto que los ETF tuvieron sobre BTC desde su lanzamiento en enero de 2024.
Cada vez más compañías incorporan ETH en sus balances, como parte de su estrategia de activos de reserva. BitMine y SharpLink son algunos ejemplos, y ya hay al menos 61 entidades corporativas que siguen este camino.
En conjunto, las empresas acumulan más de 2,3 millones de ETH, equivalentes a unos u$s8.650 millones. Esta demanda estructural contribuye a reducir la oferta en circulación y sostiene el precio en el largo plazo.
Desde mayo, ETF y corporaciones adquirieron 2,83 millones de ETH, mientras que la red solo emitió 88.000 unidades netas en ese mismo período. Es decir, la demanda superó a la oferta en una proporción de 32 a 1.
Este desequilibrio genera una presión alcista significativa, similar a la que impulsa a bitcoin, cuya emisión también es limitada.
Aunque Ethereum representa el 19% de la capitalización de Bitcoin, los ETF de ETH apenas gestionan el 12% del volumen que manejan los de BTC. Esto sugiere que todavía hay margen para que las instituciones ajusten sus carteras e incrementen su exposición a ETH.
Para Hougan este proceso recién comienza y ETH irá ganando peso propio en las estrategias de inversión institucional, en la medida en que se lo entienda como un activo distinto y complementario al BTC.
Ethereum es la base tecnológica de la mayoría de las stablecoins más utilizadas (como USDC y USDT) y también de los nuevos proyectos de tokenización de activos del mundo real, como bonos, inmuebles o fondos.
Estas aplicaciones refuerzan su valor como infraestructura para las finanzas digitales y generan una demanda constante de uso de la red. Para Hougan, esta tendencia se mantendrá en el tiempo y seguirá atrayendo flujos de capital hacia ETH, también a través de los ETF.
Las compañías que incorporaron ETH a sus balances están viendo un efecto positivo en sus acciones. BitMine Immersion, por ejemplo, multiplicó su valor bursátil por más de 8 en solo dos meses. SharpLink Gaming tuvo un recorrido similar, con una suba del 850% en apenas seis semanas.
Estos casos podrían incentivar a otras empresas a seguir el mismo camino, generando un círculo virtuoso de demanda adicional para Ethereum.
Hougan estima que, en los próximos 12 meses, ETF y corporaciones podrían adquirir hasta u$s20.000 millones en ETH, equivalentes a 5,33 millones de unidades al precio actual. Sin embargo, la red solo produciría unas 800.000 monedas en ese período.
Este desbalance proyectado, de más de 7 a 1 a favor de la demanda, podría empujar el precio más arriba. Analistas como Eric Jackson y Gert van Lagen creen que ETH podría alcanzar los u$s10.000 o incluso los u$s18.000 en este ciclo.
Para Hougan, Ethereum todavía tiene mucho camino por recorrer. Si se confirma esta tendencia de interés institucional y uso intensivo de la red, el precio podría consolidarse en nuevos niveles, marcando una nueva etapa para el segundo criptoactivo más importante del mercado.