Strategy, la empresa liderada por Michael Saylor, lanzó en Nasdaq su tercer "preferred stock" respaldado por bitcoin bajo el símbolo STRD, orientado a inversores que buscan rentabilidad fija vinculada a BTC y exposición cripto.
Este nuevo instrumento ofrece una rentabilidad nominal del 10 %, con pagos trimestrales no acumulativos ni garantizados, lo que significa que la empresa puede omitir dividendos sin obligación de compensarlos en el futuro, aportando flexibilidad financiera a la emisora.
STRD se emitió a un precio inicial de 85 USD por acción, colocando aproximadamente 11,8 millones de unidades y logrando recaudar cerca de 980 millones de dólares en esta operación dirigida a inversores institucionales y particulares interesados en BTC.
Estas acciones preferentes tienen un rango subordinado respecto a emisiones anteriores como STRF (10 %) y STRK (8 %), implicando mayor riesgo para los inversores, pero con un rendimiento superior que compensa dicha exposición y aumenta el atractivo financiero.
La estrategia de respaldo se basa en la tenencia de Strategy de 582.000 bitcoins, equivalentes a una cobertura aproximada de seis veces el total de deuda y emisiones preferentes, proporcionando solidez y protección a los tenedores del nuevo activo STRD.
Descubren monederos ocultos de Bitcoin vinculados a Strategy
Una nueva investigación de Arkham Intelligence reveló una parte desconocida de los holdings de Strategy, unos 70.816 bitcoins adicionales.
Según la plataforma de análisis on-chain, la compañía fundada por Michael Saylor estaría manejando, en total, 525.047 BTC (unos u$s54.500 millones), lo que representa el 87.5% del total de los holdings de BTC de la empresa.
Los analistas lograron rastrear miles de BTC dispersos en wallets que no estaban públicamente conectadas a Strategy. Es decir, no se trataba de fondos bajo la custodia de servicios reconocidos como Fidelity Digital Assets o Coinbase Prime, sino de direcciones aparentemente aisladas.
Esta nueva cantidad de BTC, se suma a los 107.000 BTC ya identificados bajo la custodia de Fidelity, y a los 327.000 BTC almacenados en otras direcciones gestionadas de manera segregada, entre ellas Coinbase Prime.
Para dar con este descubrimiento, Arkham no usó información provista por la empresa, sino heurísticas propias para mapear y conectar direcciones a la huella digital de la compañía en blockchain, a diferencia de la metodología utilizada por fuentes como Bitcoin Treasuries, que solo reporta los datos públicos declarados.
La movida de Arkham es parte de una estrategia más amplia que apunta a visibilizar a los grandes jugadores del ecosistema blockchain. Recientemente, la firma lanzó su función de etiquetas KOL (Key Opinion Leader), diseñada para identificar las wallets de influencers, figuras reconocidas e instituciones clave.
Esta herramienta no solo rastrea quién está detrás de una dirección, sino también cómo se comporta en términos financieros y si participa en campañas promocionales que puedan representar conflictos de interés.
Transparencia vs. seguridad: el dilema de Saylor
La revelación volvió a poner el foco en un viejo debate sobre si las compañías deben o no hacer transparentes sus reservas cripto. En ese sentido, Saylor sigue siendo escéptico y se opone a la divulgación de Prueba de Reservas (PoR), por motivos de seguridad.
"La forma convencional actual de publicar prueba de reservas es una prueba de reservas insegura. Ningún analista de seguridad de nivel institucional o empresarial pensaría que publicar monederos es una gran idea", explicó el ejecutivo de Strategy.
Saylor insiste en que revelar direcciones tiene un costo en términos de ciberseguridad que supera ampliamente cualquier ganancia en términos de transparencia.
El descubrimiento de Arkham generó posturas divididas. Mientras que algunos aplaudieron su capacidad técnica para detectar y etiquetar los monederos ocultos, otros denunciaron una intromisión innecesaria en la privacidad operativa de la empresa.
"Puedes amar u odiar a Saylor y lo que está haciendo (comprando y armando Bitcoin con Strategy teniendo demasiado)", escribió un usuario en redes, reflejando el tono del debate.
Sin embargo, existe una tercera posición donde se ubican quiene sostienen que hay caminos intermedios, como las pruebas de conocimiento cero (ZKPs) que permitirían verificar las reservas de BTC sin comprometer las direcciones ni la seguridad.