El gobierno de Estados Unidos propuso un nuevo impuesto a las criptomonedas, el cual se espera que se implemente a partir de 2025.
Esta medida tiene como objetivo mitigar los efectos negativos de la actividad minera en el medio ambiente.
El tributo se presenta como una estrategia para promover prácticas más sostenibles dentro de la industria y, al mismo tiempo, incentivar la adopción de tecnologías y procesos que reduzcan la contaminación y preserven los recursos naturales.
Se trata de una iniciativa que representa un esfuerzo por parte del gobierno de Joe Biden para equilibrar el desarrollo económico y la conservación ambiental.
Busca el reconocimiento de proteger los ecosistemas vulnerables y garantizar un futuro sostenible para las generaciones venideras.
La propuesta se basa en la creencia de que la creciente demanda de energía de la industria de la minería cripto exacerba la degradación ambiental.
El gobierno implementará el impuesto de manera gradual durante tres años, afectando a las empresas que dependen de la producción energética descentralizada.
Este gravamen comenzará en un 10% y se incrementará hasta alcanzar el 30% al término del tercer año, a partir del 1 de enero de 2025.
Sin embargo, la propuesta generó controversia. La senadora Cynthia Lummis expresó críticas y advirtió que obstaculizaría el crecimiento de la industria en Estados Unidos.
Por otro lado, Pierre Rochard de Riot Platform sostiene que el impuesto busca desacelerar a Bitcoin y promover el desarrollo de una moneda digital de banco central (CBDC).