El gobierno británico anunció el viernes pasado su liderazgo en una iniciativa global sin precedentes destinada a combatir la evasión fiscal vinculada a criptomonedas en el ámbito internacional.
En este contexto, Victoria Atkins, Secretaria del Tesoro británico, elogió la colaboración internacional como un paso crucial para cerrar las brechas en el sistema fiscal global.
Destacó la importancia de esta acción coordinada, expresando su confianza en que podría resultar en la recuperación de cientos de millones de libras esterlinas en ingresos fiscales previamente perdidos.
Este hito crucial se deriva del liderazgo previo del Reino Unido en el acuerdo fiscal global de 2021 del G20 y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Este pacto se enfoca en la lucha contra la evasión fiscal corporativa y garantiza una distribución justa de los impuestos.
La OCDE presenta el Marco de Informes de Activos Cripto (CARF), su última propuesta para la transparencia fiscal.
Este estándar requiere que las plataformas criptográficas compartan información de contribuyentes con autoridades fiscales, estableciendo un nuevo paradigma de cumplimiento fiscal.
Se anticipa que el CARF entre en vigencia a tiempo para permitir intercambios internacionales a partir de 2027.
Este avance sigue al acuerdo global de dos pilares de 2021, orientado a garantizar que las empresas paguen impuestos donde operan y a combatir la evasión fiscal de grandes multinacionales mediante una tasa mínima global del 15%.
En un comunicado, Victoria Atkins expresa su orgullo por el liderazgo del Reino Unido en la lucha contra la evasión fiscal global.
Destaca la importancia de asegurar ingresos esenciales para los servicios públicos y envía un mensaje claro: no se permitirá el uso de criptomonedas para eludir responsabilidades fiscales.
El CARF, evolucionando del exitoso Estándar Común de Reporte (CRS), se erige como el pilar central en la batalla contra la evasión fiscal internacional.
Con un historial impresionante, el CRS ha recuperado cerca de 100 mil millones de libras esterlinas desde 2014, demostrando ser una herramienta eficaz en la obtención de ingresos fiscales adicionales provenientes de activos financieros convencionales.
El CARF se presenta como un componente esencial ante el desafío creciente de la evasión fiscal en el mercado cripto global.
Con estimaciones que sugieren una no conformidad fiscal en las tenencias de cripto-activos que podría oscilar entre el 55% y el 95%, este nuevo marco se postula como la respuesta necesaria para preservar la integridad del sistema financiero en la era digital.
Los senadores Elizabeth Warren y Bernie Sanders cuestionaron que los evasores de impuestos en criptomonedas desvían actualmente miles de millones de dólares del gobierno de Estados Unidos.
Estos legisladores, pertenecientes al ala progresista del Partido Demócrata, solicitaron al Servicio de Impuestos Internos y al Tesoro de Estados Unidos publicar y aplicar con firmeza las directrices fiscales para los intermediarios de criptomonedas.
Según los senadores, la brecha en los impuestos criptográficos asciende a aproximadamente u$s50.000 millones.
El retraso en actualizar las políticas fiscales podría significar una pérdida de ingresos de alrededor de u$s1.500 millones para el año fiscal 2024.
Además, resaltaron que es crucial cerrar esta brecha para evitar que los evasores de impuestos y sus colaboradores "continúen explotando el sistema y desviando fondos gubernamentales".
La legislación propuesta en el proyecto de infraestructura de u$s1.2 billones del Senado en agosto de 2021 tenía como objetivo aumentar los requisitos de informes fiscales para las empresas que operan como intermediarios de criptomonedas.
A pesar de que la ley fue aprobada, el Tesoro y el IRS aún no publicaron las nuevas normas fiscales, y los senadores solicitan una pronta implementación.
Elizabeth Warren fue una destacada crítica de la industria de las criptomonedas en los Estados Unidos, y llevó adelante una campaña de reelección al Senado con un enfoque anti criptomonedas.
Por su parte, Bernie Sanders, por su parte, apoyó a Warren en esfuerzos para imponer regulaciones más estrictas a la industria criptográfica.
"Si se les da la oportunidad, los evasores de impuestos y los criptointermediarios dispuestos a ayudarles seguirán jugando con el sistema, explotando las lagunas jurídicas y desviando miles de millones de dólares al año del gobierno de los Estados Unidos. No hay que darles esa oportunidad", manifestaron en una carta abierta.
Y agregaron: "Pasaron casi dos años desde que se promulgó la ley, y la fecha límite de implementación está a menos de seis meses, pero el Tesoro aún no publicó las reglas propuestas".