Donald Trump se mantiene como una figura de renombre en todos los ámbitos. Recientemente, el empresario realizó una entrevista con el periodista Tucker Carlson, el mismo que entrevistó al candidato presidencial por La Libertad Avanza, Javier Milei.
La aparición de Trump en público disparó el precio de sus tokens no-fungibles (NFT), lanzados a finales del año pasado, con los cuales recaudó más de u$s1 millón durante su preventa.
Recientemente, en abril de este año, lanzó una segunda colección que, al igual que la primera fue desarrollada sobre la red de Polygon, y consisten en imágenes del excéntrico personaje en distintos roles.
El expresidente de los Estados Unidos se negó a presentarse en el debate primario republicano organizado por Fox News. En cambio, acudió a la mencionada entrevista de Carlson, ex presentador de ese canal de noticias.
La entrevista se llevó a cabo en X (anteriormente Twitter), donde Carlson ahora tiene su propio programa y casi 10 millones de seguidores.
La discusión tocó una variedad de temas inusitados como la posibilidad de una guerra civil en Estados Unidos, la muerte en prisión del delincuente sexual Jeffrey Epstein, así como las preocupaciones de Trump por los posibles intentos de asesinato de grupos organizados de izquierda.
La palabra del ex mandatario atrajó gran interés: la entrevista acumuló más de 100 millones de visitas a las pocas horas de su emisión.
Asimismo, las ventas del proyecto NFT de Trump aumentaron un 939% 24 horas después de presentada, mientras que las ventas subieron más de un 1.200% en el mismo periodo, según datos de OpenSea.
Además, los activos digitales del ex mandatario generaron un volumen de 4.73 ETH que equivalen a aproximadamente u$s7.800.
Los precios por coleccionable individual también aumentaron 30% en un día, a un precio base de 0,1369 ETH (u$s225).
Las tarjetas digitales presentan ilustraciones de Trump, a veces reinterpretado cómicamente como un superhéroe o vaquero.
La noticia llegó en un momento donde Trump fue acusado de compartir información clasificada sobre submarinos nucleares de EE.UU. con un empresario australiano en una reunión en su club de Mar-a-Lago, en Florida, poco después de dejar la Casa Blanca.
Durante la conversación, el republicano habría revelado la cantidad de cabecillas atómicas que llevan a bordo los submarinos nucleares estadounidenses y la distancia mínima a la que pueden acercarse a los submarinos rusos sin ser detectados, según The New York Times.