La minería de criptomonedas ha sido una actividad muy popular en pandemia, por los altos precios de las principales divisas y a su gran rentabilidad.

En Argentina, el bajo costo de la electricidad (principal insumo) sedujo a muchos que contaban con cierto capital para adquirir equipamiento destinado a "fabricar" divisas digitales.

Y si bien la actividad registró picos de ganancias los primeros días de mayo, la semana pasada se registró un desplome del 50% en los ingresos diarios de los mineros, según revelaron diferentes fuentes de empresas del sector.

Las recompensas de bloques y comisiones por transacción pasaron de los u$s46 millones a los u$s26 millones.

Según datos provistos por la empresa de minería de Bitcoin Braiins, el pico máximo de ganancias se dio el 8 de mayo.

Ese día, los mineros embolsaron poco más de u$s46 millones e igualaron así cifras inéditas desde mayo de 2022.

La forma más sencilla de anticipar el recupero es ver cuántos bitcoins costó el equipamiento y calcular el plazo de repago

Según Glassnode, se pagaron unos u$s10 millones solo en concepto de comisiones por transacción.

Sin embargo, la subida de la rentabilidad solamente duró hasta el 12 de mayo de 2023, cuando rompió el piso de los u$s30 millones.

Según revelaron los expertos, Bitcoin atravesaba una congestión de las más importantes en los últimos años, llegando incluso a su capacidad máxima el 12 de ese mes, panorama que cambió en la última semana con los tokens BRC-20 a la cabeza.

Minería de Bitcoin: qué inversión se necesita

Pese a que los subsidios energéticos se achicaron, en Argentina aún es una actividad rentable, ya que el precio de la electricidad sigue bajo en comparación con otros países "productores" de criptomonedas:

Nahuel Martínez, director de South American Miners, asegura a iProUP que "una persona que desea comenzar a minar en su hogar y busca 'probar sin una gran inversión, puede empezar con un mínimo de entre u$s500 y u$s600".

Claro que esto aplica a un usuario residencial con una instalación eléctrica "limitada" respecto a una configuración más profesional. En estos últimos casos, para adquirir "un equipo más eficiente, que deje cierta rentabilidad, el desembolso inicial ronda los u$s3.000", revela Martínez.

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