Bitso comparte los principios regulatorios que guían su operación y sus decisiones estratégicas, siguiendo los más altos estándares de la industria, en momentos en que la industria de las criptomonedas está siendo cuestionada en función tanto del criptoinvierno como del colapso de FTX.
Bitso sintetiza en ocho principios su compromiso de operar de manera transparente, segura y en beneficio de su comunidad.
Bajo estos principios rectores, la compañía busca impulsar la adopción de criptomonedas como una solución a las brechas que tienen los sistemas financieros tradicionales, como sus elevados costos para mover dinero de un país a otro, la rápida devaluación o deficiencias transaccionales.
"Esta guía refleja la esencia de Bitso de revolucionar los servicios financieros con la tecnología cripto", señala Felipe Vallejo, director Global de Asuntos Regulatorios y Corporativos en Bitso.
"Pero siempre reconociendo que, para lograr su proliferación y adopción, se debe de garantizar la seguridad, responsabilidad y la mitigación de riesgos", remarca el experto.
Además, añade que "estos principios gobiernan y son la base de nuestra operación. Es nuestro deber compartirlos para que más empresas sigan este camino de autorregulación y adopten medidas que ayuden a construir el futuro de las finanzas de forma segura y transparente para toda la comunidad".
Bitso jugó un papel clave en los procesos regulatorios de países como Brasil, Colombia y México en materia de criptomonedas y además es la única plataforma cripto en América Latina con una licencia de Tecnología de Libro Contable Distribuido (DLT, por sus siglas en inglés) otorgada por la GFSC.
El primero es defender los intereses de los clientes ante todo: La protección y derechos del consumidor como eje rector del negocio, colocando los intereses de los clientes en primer lugar.
También es importante la custodia segura de fondos para asegurar el respaldo y promoción de políticas públicas que aseguren las mejores prácticas de custodia, como la segregación de fondos, las wallets multifirma y las auditorías constantes, así como el irrefutable compromiso de nunca usar los fondos de los clientes sin su permiso explícito.
Además, un sistema financiero verdaderamente inclusivo para Incentivar regulaciones, políticas y prácticas que prioricen los intereses de aquellos que han sido descuidados por el sistema financiero tradicional.
Neutralidad tecnológica: Apelar al derecho que tienen los usuarios de utilizar cualquier tecnología para atender sus necesidades, sin emitir juicios de valor sobre dicha tecnología.
Políticas anti-lavado de dinero (ALD) que prevengan delitos: Por naturaleza, la transparencia y trazabilidad del blockchain permiten mitigar y prevenir los riesgos con respecto a actividades ilícitas.
La aplicación lógica de políticas ALD y conocimiento de clientes (KYC), que identifiquen áreas de riesgo y que no sean restrictivas ni reduzcan la oferta de servicios a grupos vulnerables, permiten una correcta evaluación de las actividades y promueven un sistema financiero inclusivo para todos.
También es fundamental, la educación como clave en la toma informada de riesgos: La educación financiera y políticas públicas que den paso a una comunicación clara, justa e igualitaria, así como la divulgación apropiada de riesgos para una mejor toma de decisiones financieras.
Otro facto relevante es el acceso sin fronteras a servicios financieros: Incentivar regulaciones que protejan y promuevan un sistema financiero sin fronteras a través de cripto. Transferir dinero entre dos países conlleva un costo promedio de más de 6 por ciento del valor total de la trnsacción.
Por último, acuerdos de gobernanza corporativa que fomenten prácticas éticas en las empresas: Se aboga por la implementación de controles y procesos internos que defiendan la integridad de las operaciones y comprometan al directorio de las empresas a perseguir los mejores intereses de los clientes.