Argentina y Brasil tratarán esta semana un proyecto de moneda común que podrá convivir con el peso y con el real.
Los lineamientos se discutirán en los próximos días y de está manera se conformará el bloque económico más grande del mundo, detrás de la Unión Europea y su divisa, el euro.
El Ministro de Economía, Sergio Massa, confirmó al Financial Times que el proyecto de la moneda común entre Argentina y Brasil avanzará esta semana.
Según indicó el diario inglés, los dos países anunciarán el trabajo preparatorio en el marco de la cumbre de la CELAC.
Mientras que Brasil sugiere que la moneda podría llamarse Sur, ya que la idea es que el resto de los países de América del Sur puedan adherirse paulatinamente sin tener que eliminar sus monedas nacionales.
Según Financial Times, una unión monetaria de toda América Latina representaría el 5% del producto interno bruto (PIB) mundial. La Unión Europea, en tanto, abarca el 14%.
Massa mencionó al periódico citado que se evaluarán "los parámetros necesarios para una moneda común, que incluye todo, desde cuestiones fiscales hasta el tamaño de la economía y el papel de los bancos centrales".
Además, resaltó: "No quiero crear falsas expectativas, es el primer paso de un largo camino que América Latina debe recorrer".
Aunque aclaró que el proyecto puede tardar muchos años en concretarse.
"No se está hablando de una moneda única, sino de una común cuyo objetivo central es poder compensar el comercio en una moneda que hasta podría llamarse Sur, hay un proyecto por ahí", aseveró el diplomático Martínez Pandiani en declaraciones a Télam Radio recientemente.
El líder de la izquierda brasileña, que lidera un Gobierno que incluye al centro derecha, está empeñado en que Brasil vuelva a la primera línea de la diplomacia internacional.
Pretende que se ejerza de nuevo el liderazgo en la integración latinoamericana: impulsar el Mercosur.
Además, de ser escuchado junto al resto de los emergentes en los principales foros internacionales, participar activamente en los organismos multilaterales y defender la negociación como vía prioritaria para resolver los conflictos.
Por eso entre las primeras medidas adoptadas por Lula en su tercer mandato estuvo el reingreso Brasil en la Celac y el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con la Venezuela de Nicolás Maduro, rotas por Bolsonaro.