El empresario Sam Bankman-Fried, cofundador de la plataforma de criptomonedas FTX y acusado por fraude por el colapso de una de las compañías más importantes del ecosistema, fue liberado en Estados Unidos luego de pagar una fianza de u$s 250 millones.
Tras comparecer por primera vez en un tribunal de ese país, Bankman-Fried puso en garantía la casa de sus padres en California y se estableció que debe permanecer en el lugar y someterse a un monitoreo electrónico.
Para el juez de la ciudad de Nueva York que está al frente de la investigación el riesgo de que Bankman-Fried se escape es pequeño y manifestó que no representaba ningún peligro para el público en términos de futuros delitos financieros.
Sam Bankman-Fried fue formalmente acusado de ocho cargos, entre ellos el de fraude electrónico, lavado de dinero y violación de las leyes de financiación de campañas políticas por la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, que el lunes pidió su detención y extradición.
Según el documento hecho público, los cargos que se le imputan están principalmente relacionados con la idea del fraude o conspiración para el fraude a los clientes de FTX, a los prestamistas; fraude de productos o fraude de valores, entre otros.
Alameda Research era la firma de inversiones creada por el mismo Bankman-Fried, en la que supuestamente utilizó miles de millones de dólares de los clientes de FTX sin su conocimiento para llevar a cabo arriesgadas operaciones.
Según distintos reportes periodísticos, Bankman-Fried financió tanto a candidatos demócratas como a republicanos.
Aunque en el caso de los demócratas lo hizo abiertamente y en el de los republicanos con firmas pantalla.
Asimismo, Bankman-Fried se enfrenta también a otra demanda, en este caso de la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC), que lo acusa de orquestar un fraude contra los inversores.
El colapso de FTX repercutió en una industria de las criptomonedas ya asediada, lo que provocó pedidos de mayor regulación y responsabilidad para aquellos que lideraron el intercambio.
Fue una caída sorprendente para Bankman-Fried, una figura líder de la industria que alguna vez se estimó en más de u$s25.000 millones y se había convertido en un importante donante político.
En numerosas entrevistas con los medios después de la declaración de bancarrota de FTX en noviembre, Bankman-Fried intentó argumentar que el colapso del intercambio se debió a errores de la administración, en lugar de un fraude intencional.
Sin embargo, esa defensa será más difícil de probar luego de que el fiscal de Nueva York, Damian Williams, anunciara que dos de los asociados más cercanos de Bankman-Fried, Caroline Ellison y Gary Wang, se declararan culpables de fraude y estén ahora cooperando con la fiscalía, informó Bloomberg.