Turquía prepara el desarrollo de una moneda digital del banco central (CBDC, por sus siglas en inglés) para lanzar en el 2023, un proyecto que la institución financiera local anticipó en el 2021.
Así lo publicó la Dirección de Estrategia y Presupuesto del país, en la presentación del último lunes del Programa Anual Presidencial.
Este documento contiene los planes del gobierno para el próximo año, en el que incluye distintas decisiones y estrategias económicas.
Dentro del mismo, lleva un apartado relacionado con la elaboración de una CBDC, que comenzaría a prepararse el año que viene.
La noticia se reveló tras la presentación de la "Plataforma de colaboración digital de la lira turca", un proyecto de investigación destinado a la promoción de este tipo de divisa digital.
El banco central de Turquía sería el propio responsable de la creación de la CBDC, con ayuda del Ministerio de Finanzas y la Institución de Investigación Científica y Tecnológica local.
La misma entidad financiera nacional se encargará también de los esfuerzos de investigación y desarrollo de la moneda, con colaboración de algunas instituciones bancarias del país.
El enfoque de la nueva lira digital turca estaría en completar la infraestructura de pagos existentes en la nación.
El sistema Digital Turkish Lira se combinará con el método de pago FAST, que también es regulado por el banco central.
En el documento no se reveló una fecha exacta para el lanzamiento de la divisa, aunque se aclaró que informarían en caso de haber alguna actualización al respecto.
Generalmente, la presentación de este tipo de activos se realiza por etapas. Primero con alguna prueba cerrada en alguna región específica y luego se implementa en el resto del país.
El Banco Central Europeo (BCE), autoridad del continente, no se quiere quedar atrás en la implementación de una CBDC.
Para ello, seleccionó cinco empresas privadas, entre las que se encuentra Amazon, la que ayudará en el desarrollo de los pagos de comercio electrónico.
Por su parte, CaixaBank, una de las instituciones más importantes de España, es el único banco europeo dentro del proyecto.
Durante lo restante del año, se encargará de programar los pagos en línea entre personas, o peer-to-peer (P2P), para una aplicación móvil.
También estarán involucradas la multinacional francesa de servicios de pago, Worldline, la empresa italiana de tecnología de pagos, Nexi, y EPI, un consorcio de 31 bancos e instituciones de crédito respaldado por el BCE.
Su trabajo será dedicado a otros casos de uso del euro digital, como los pagos persona a persona offline y los pagos en el punto de venta del beneficiario y del pagador.