La empresa británica FMI Minecraft Mining presentó un polémico proyecto para crear una granja de criptomonedas en Neuquén.
La iniciativa recibió fuertes críticas por el elevado consumo de energía que demandarían las instalaciones (cuatro veces más del promedio provincial) y por no cumplir con los compromisos climáticos.
La granja, que se dedicaría a la creación de Bitcoins (BTC), estaría ubicada en la Zona Franca de Zapala (ZFZ) y generaría, según sus desarrolladores, infraestructura y trabajo de calidad.
"Generará riqueza, es lo que nosotros queremos porque somos empresarios, por lo tanto, esto es extremadamente positivo para Zapala, para la provincia y el país", manifestaron desde la compañía a medios locales.
En cambio, sus retractores, advierten que este proyecto generará daño ambiental en el consumo y en la generación de energía.
"El costo socio ambiental, los impactos que genera no pueden estar para el privilegio y en función de la ganancia de muy pocas empresas", subrayan.
La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) descubrió granjas "clandestinas" en San Juan y Córdoba, las cuáles poseían equipos valuados en más de u$s600.000.
Las instalaciones eran operadas por monotributistas y, según precisó la entidad, una de las granjas obtuvo ingresos no declarados por u$s217.000 en los últimos siete meses.
La AFIP pudo comprobar que los responsables de las instalaciones allanadas no tenían capacidad económica ni financiera para importar los costosos "rigs", las placas y las computadoras utilizadas en la minería de estos activos financieros, al tiempo que tampoco habían declarado la actividad ni los ingresos obtenidos a partir de la misma.
Por medio del cruce de datos, las áreas especializadas en fiscalización y control dependientes de la Dirección General Impositiva (DGI) y la Dirección General de Aduanas (DGA) se detectaron en los domicilios relevados consumos de electricidad de 85.000 kilowatts.
Estas cifras se traducen en un costo cercano a $1.000.000 mensuales.
Además, los funcionarios de la AFIP detectaron inversiones que superaron los u$s600.000 en más de 600 placas de video, realizadas por contribuyentes inscriptos como monotributistas.