Desde el kakebo japonés a la vieja técnica de los sobres, existen varios métodos de ahorro antiguos que funcionan.

Una de las cosas interesantes es que no dependerás de la tecnología para implementrlos, sino de algo de ingenio y perseverancia.

Ciertamente existen apps para el control de gastos, pero estos métodos de ahorro más antiguos siguen funcionando. 

Lo que vas a necesitar es ser organizado, y algo importante: poner en valor el dinero en efectivo.

La táctica de los sobres

Antes de las tarjetas de crédito o débito, el efectivo era el rey, y un sistema muy utilizado por nuestros abuelos era el de los sobres ( aunque también se puede implementar con jarros)

No necesitás de aplicaciones complicadas para controlar tus gastos

Para implementarlo se requieren 6 sobres; se recomienda destinar un 55% de los ingresos a los gastos, un 10% para el ocio, un 10% a la formación, un 10% a la inversión, un 10% para el ahorro a largo plazo (que incluye imprevistos y futuras necesidades) y un 5% para donaciones. 

Lo ideal es personalizar la cantidad, y los requerimientos por necesidades o temas personales, como: comestibles, entretenimiento, deporte, salud o viajes, etcétera.

Imprescindible: "bloquear" cada sobre. Una vez agotado un sobre, no se gasta más hasta el mes siguiente.

Kakebo, centenario método japonés

Kakeibo, que se pronuncia kah-keh-boh, es una palabra japonesa que se traduce como libro de cuentas del hogar, adaptada en occidente como kakebo. Se trata de un método centenario que te ayudará a ahorrar hasta el 35% de tu sueldo mensual. 

Un punto clave del método Kakebo es volver a lo tradicional y tener una libreta de finanzas para anotar todos tus gastos. También es importante guardar todos los recibos y tickets de compra. 

Con estos métodos controlarás tus gastos mensuales y podrás llegar a ahorrar

Para ponerlo en práctica se  necesita una libreta de gastos, guardar todos los recibos y boletas, anotar todo el dinero que ingresas cada mes, incluyendo salario, comisiones, regalos o propinas. 

Un día a la semana se anotan todos tus gastos, separándolos en categorías: Supervivencia (vivienda, transporte, comida y gastos médicos); Cultura (libros, conciertos y películas); Opcional (ropa, accesorios, tabaco, restaurantes, discotecas) y Extra (para gastos inesperados).

De esta manera con un simple vistazo se ven todos los gas tos y se pueden tomar decisiones. TIP: no es sólo es un método de ahorro, sino que te ayuda a tomar consciencia sobre el uso que haces del dinero.

Usar dinero en efectivo

El uso de dinero en efectivo es que al ser finito, limita los gastos superfluos y evitar la compra compulsiva e impulsiva. 

Según el Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada, pagar con tarjeta aumenta el gasto un 15%.

Utilizar dinero en efectivo en una de las opciones más fáciles

Se recomienda retirar una suma determinada al mes para los gastos extra, de ocio o caprichos puntuales, y no permitirte gastar más ni pagar con tarjeta artículos de esta índole. Cuando se acaba el efectivo, no podés sacar más.

Congelar tu tarjeta de crédito... de veras

Algunos expertos recomiendan congelar, cuenco de agua de por medio, tu tarjeta de crédito.

¿por qué?: a no ser que te sepas el número de tu tarjeta de crédito, solamente podrás usarla cuando se descongele, permitiéndote meditar cada compra y pensar si realmente ese producto te hace falta. 

Do it yourself

Este puede ser más comlicado, ya que se necesitan habilidades manueles y muchas más creatividad, pero una forma de ahorrar, es hacer las cosas de la casa uno mismo, reparaciones incluídas.

Y por qué no: recurrir al viejo y siempre presente chanchito alcancía

La lista de cosas en las que puedes recortar gastos haciéndolas tú mismo es prácticamente infinita: desde carpintería, bricolaje y restauración de muebles a preparar en casa tu propio pan y yogures, bordar y tejer tu propia ropa, hacer tu vajilla con cerámica, pintar las paredes de tu casa o cultivar alimentos en un huerto urbano o comunitario. 

Tener varias cuentas bancarias

Algunos especialistas recomiendan tener una cuenta bancaria para gastos fijos mensuales, una para gastos anuales y otra para emergencias.

La alcancía del cambio

Esto seguro te traerá recuerdos de la juventud: ahorrar las momendas y algunos billetes de los vueltos en la alcancía.

Parece que no, pero sin darte cuenta habrás ahorrado mensualmente una buena cantidad de dinero, que podrás destinar a otros usos, indicó Business Insider España.

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