Leonardo Cositorto, líder de Generación Zoe, la presunta estafa piramidal, confesó que pensó en cometer suicidio, durante su detención, que lleva ya más de 150 días.

El denomindado CEO de la operación aseguró que afronta esta situación penal por el rechazo de "los poderosos" al crecimiento de su empresa.

Cositorto reveló que fue citado para un encuentro "cara a cara" con la fiscal Juliana Companys, de Villa María, encargada del caso que lo involucra a él y otro gran grupo de personas por el supuesto engaño.

La justicia investiga si a través del coaching coercitivo, la formación educativa y las finanzas, quienes llevan adelante la empresa establecieron algún tipo de fraude conocido como "Esquema Ponzi" o estafa piramidal.

La defensa de Leonardo Cositorto

Ante los pensamientos suicidas, Cositorto sostuvo que su mentalidad y su educación lo ayudaron a evitar un hecho trágico.

Además, apuntó a la involucración de algunos bancos, algunas firmas de tarjetas y financieras en la "campaña de desprestigio" a su operación.

Leonardo Cositorto, líder de la estafa, permanece en prisión desde fines de mayo.

"Pusieron u$s800.000 para difamarnos en televisión. Aguantamos hasta donde pudimos, porque después vinieron las personas y retiraron todo el dinero", explicó.

Y luego agregó: "Nuestra oferta fue agresiva, disruptiva y cayó muy mal en algunas ciudades como Villa María, que es el epicentro de donde se dictan las prisiones preventivas y las definen los fiscales sin pasar por los jueces. Es algo anticonstitucional".

Por otro lado, Leonardo Cositorto mantuvo su postura defensiva ante el posible fraude fiscal, al marcar que una empresa que realiza una estafa piramidal no ofrecía ningún servicio y que no duraban más de unos meses.

"Nosotros llevamos cinco años y medio, el 7.5% que pagamos era muy bueno y lo dábamos en dólares, porque la empresa es mundial y estábamos en 21 países", remarcó.

Cositorto piensa en nuevos proyectos

El líder de la Generación Zoe indicó que, al momento de la denuncia, ellos cumplían con sus clientes y que contaban con un contrato de tres años con fideicomiso legal bajo la Inspección General de Justicia (IGJ).

"Hicimos un producto diferente, pero cuando empezaron una campaña mediática pagada y armada con algo de política que arrancó en septiembre y octubre del año pasado, además de una cacería judicial, nos complicaron", expuso.

Cositorto aseguró que su intención era devolverle la plata a quienes confiaron en su organización.

Cositorto también mantuvo que no sabía que sus acciones eran consideradas como delito, y que podría terminar detenido por ellas.

Asimismo, aclaró que su intención era la de iniciar un proyecto de finanzas parecido y devolverle la plata a quienes confiaron en su organización.

"No me voy a meter en el circuito financiero, pero vamos a trabajar para que el que invirtió y confió en nosotros recupere y multiplique el dinero que ganó", sentenció.

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