El Tribunal de Gran Instancia francés dictó el 5 de diciembre pasado una sentencia por la cual se considera que los conductores de Uber en Francia deben ser considerados empleados y no contratistas independientes

La decisión surge tras una demanda que dos conductores de Uber presentaron en contra de la plataforma, tras haber sido despedidos luego de quejarse sobre las condiciones laborales.

Los conductores a su vez demandaron a Uber por despido improcedente y por no haber pagado las cotizaciones a la seguridad social en nombre de sus conductores.

Según la sentencia, el contrato entre Uber y los conductores "no entraba dentro de la normativa de una actividad autónoma", si bien esto quiere decir que no faltan todos los elementos de una relación laboral, pero alguno falta.

De esta forma, el contrato entre los conductores y la plataforma deja de considerarse un acuerdo comercial auténtico a efectos fiscales.

La decisión de un tribunal francés podría cambiar para siempre las reglas de juego de las apps de movilidad

Reino Unido y relación laboral con Uber Drivers

En el Reino Unido, Uber decidió luchar contra la sentencia en los tribunales, pero perdió y fue declarado infractor de la legislación británica.

Según el Tribunal de Apelación Laboral, los conductores de Uber son empleados y no deben ser considerados contratistas.

De esta forma, se sostiene que la relación entre un conductor y Uber se asemeja más a un contrato de trabajo

El Tribunal dictaminó que:

El tribunal dictaminó en este caso, que los conductores de Uber no podían ser considerados auténticos empresarios porque no había un "riesgo empresarial genuino" que fuera fundamental para una actividad por cuenta propia

Debido a que los conductores cobran una tarifa por hora y reciben propinas, el Tribunal considera que no pueden ser considerados contratistas independientes, sino empleados. 

Otra razón para no considerar autónomos a los conductores, es que tienen que completar sesiones de formación antes de poder salir a la calle y sólo pueden estar en línea un máximo de 12 horas al día.

Esto hace que no puedan actuar como empresarios en el estricto sentido del término, sino que realizan tareas informadas por las instrucciones y la supervisión de su empleador.

 
Oficinas de Uber

De esta forma, la sentencia dictaminó que los conductores de Uber no pueden alegar que son autónomos al momento de demandar a su antiguo empleador, aunque quieran argumentar lo contrario.

La sentencia remarcó que Uber ejercía un grado considerable de control sobre sus conductores en muchas áreas de su trabajo. A saber, controlaba:

¿Qué pasa con Uber en Canadá?

La cuestión de que la ley no considere a un trabajador como empleado a menos que haya un alto nivel de control sobre ellos por parte del empleador puede sorprender a algunos.

Esto ya fue considerado en tribunales antes del caso de Uber. 

Un caso que sirve de ejemplo es el del Tribunal Supremo de Canadá, el cual decidió que tres trabajadores que diseñaban ropa para American Apparel Inc. no debían ser considerados empleados porque la empresa no podía ejercer suficiente control sobre ellos para convertirlos en tales.

El Tribunal Supremo también tuvo que decidir si dos hombres que alquilaron un espacio para un centro de llamadas a Bell Aliant debían ser considerados empleados o contratistas independientes.

Nuevamente decidió que Bell Aliant carecía de suficiente control sobre sus inquilinos para clasificarlos como empleados en lugar de contratistas independientes, según un artículo del sitio derechoenzapatillas.com

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