La inflación sigue sin freno, el dólar blue no deja de subir y los ingresos se devalúan de manera acelerada, y la situación hace que abunden las estrategias de los argentinos para cuidar el bolsillo.
Comprar en promoción sigue siendo la principal herramienta de ahorro, mientras que el cambio de marcas habituales por otras más baratas es otra de las variantes para estirar los ingresos lo más posible.
Ambos mecanismos de defensa ante la crisis surgen de un informe elaborado por la consultora ShopApp que monitorea la evolución del humor social en el primer semestre entre los argentinos y las perspectivas de consumo para lo que queda del año.
Según el estudio, las frases que más surgen de los 800 consumidores consultados en junio son "Reduje gastos"; "usé mis ahorros"; "me financio con tarjetas"; "vendí bienes muebles o mi auto"; "recurrí a la ayuda económica de familiares o amigos"; "saqué un crédito o préstamo personal".
Está claro que el pesimismo domina la mirada al futuro de los consumidores argentinos porque mientras que en diciembre de 2021, solo el 25% de los encuestados tenía una perspectiva negativa respecto de 2022, en junio pasado esa cifra subió al 41% respecto a lo que resta del año, mientras que los optimistas son solo 31% del total.
La situación económica es lo que más preocupa, tanto a nivel país como a nivel familiar.
Este eje tiene en mayor tensión al rango entre 30 y 50 años y niveles socioeconómicos bajos. La economía de los hogares, por su parte, es la principal variable desfavorable entre los jóvenes entre 18 y 29 años mientras que la inestabilidad política se suma como tercera variable de disconformidad, especialmente en los niveles socioeconómicos bajos a quienes también les preocupa la salud.
De acuerdo al relevamiento de ShopApp, el 63% de los encuestados declara haber reducido sus gastos para compensar la caída de ingresos, especialmente los jóvenes entre 18 y 29 años. En tanto, entre los sectores de ingresos altos se populariza más el uso de ahorros y la financiación con tarjetas para paliar la situación.
Según estas cifras, la encuesta muestra que los consumidores tienen una mayor incertidumbre sobre el futuro, sensación que reemplaza a la esperanza como el sentimiento primordial respecto de diciembre de 2021.
El cansancio es otra de las sensaciones que crece, mayormente entre jóvenes 18-29, así como la angustia entre los miembros de niveles socioeconómicos bajos.
En términos porcentuales, la inflación sigue siendo la preocupación económica más importante, especialmente en niveles socioeconómicos medios (62%).
Le sigue la reducción de ingresos en jóvenes 18-29 (56%). Por su parte, ajustar el nivel de vida es la preocupación mayor en los niveles socioeconómicos altos (41%); niveles medios (35%) y jóvenes 18-29 (32%).
La preocupación por no conseguir trabajo es impulsada por los jóvenes 18-29 (27%), y desde la perspectiva socioeconómica, los niveles socioeconómicos bajos (28%).
De esta manera, la lista de los principales temores son:
Según el sondeo solamente un 10% declara no haber reducido sus gastos, porcentaje que asciende a un 19% en niveles socioeconómicos altos.
Entre los que se vieron en la obligación de reducir gastos, el ocio es el principal recorte, seguido de las compras de vestimenta y calzado.
Los más jóvenes se inclinaron por recorte de gastos "esenciales" en alimentos y bebidas; salud y transporte, televisión por cable y servicios de telefonía e internet. Se advierten también reducciones en el uso del gimnasio; mantenimiento y refacciones del hogar; educación, etc.
Como estrategias de ahorro se destacan las compras en oferta, especialmente popular entre mujeres y niveles socioeconómicos medios.
Esta opción crece desde diciembre entre hombres, jóvenes 18-29 y niveles socioeconómicos medios así como también el cambio de marcas como la segunda forma más popular para cuidar el bolsillo.
Otras estrategias de ahorro son efectuar compras más chicas y más frecuentes o, por el contrario, hacer compras más grandes pero menos veces por mes, abandonar categorías que no son de primera necesidad, comprar en mayoristas o por internet y priorizar los gustos de los hijos.
Entre quienes usan sus ahorros, se destacan los niveles socioeconómicos altos y los mayores de 50 años.
Por su parte, financiarse con tarjetas es la tercera opción más popular, especialmente entre hombres (31%) y niveles socioeconómicos altos (47%).
Entre quienes declaran "no estar gastando menos", se destacan hombres, mayores de 50 años y niveles socioeconómicos altos.
El trabajo también incluye reclamos y pedidos de los consumidores. "Conocer estas emociones, y contemplarlas a la hora de comunicar, innovar y promocionar, será clave para lo que resta del año", advierte el documento en el cual se asegura que éstos "están cansados y esperan de todos los actores de la economía, una mano".
Del mismo modo, se hace referencia a la necesidad de generar placer y disfrutar después de dos años de pandemia, pero se advierte que la posibilidad de hacerlo no es la misma para todos: "es importante considerar propuestas diferenciadas, ancladas en el disfrute, pero para todos los bolsillos, sectores etarios y socioeconómicos".
Claramente, los niveles socioeconómicos altos son los que pueden estar más cerca de pagar por este disfrute, aunque la encuesta informa que también los jóvenes 18-29 años recortan bienes más "esenciales" en pos de mantener el ocio.
De todos modos, los autores del informe recuerdan que los niveles socioeconómicos medios-bajos también necesitan disfrutar, pero con menores desembolsos, según destacó un artículo de iProfesional.