El Gobierno endureció el cepo cambiario y aumentó de 35 a 45% el impuesto a cuenta del pago de bienes y ganancias que aplica para las compras y gastos en el exterior, provocando un salto del "dólar turista" de $223 a $236 (tomando como base la cotización de cierre del miércoles del oficial a $135.15).
La misma tiene como finalidad "robustecer el frente fiscal a partir de la manifestación de capacidad contributiva de distintos sectores económicos", y alcanza a todas las operaciones de pago con tarjeta en dólares, incluidas las relacionadas con las extracciones o adelantos en efectivo efectuadas en el exterior.
También impacta en las compras efectuadas a través de portales o sitios virtuales, así como el pago de servicios prestados por sujetos no residentes en el país que se cancelen mediante tarjetas, como los servicios de Netflix, Spotify, PlayStation Plus y compras en tiendas de videojuegos como Steam.
Pero existe una alternativa, aportada desde el ecosistema cripto, para aliviar el impacto en el bolsillo que produce esta medida. Se trata de las tarjetas emitidas por las plataformas de criptomonedas (como Belo, Lemon o Buenbit), que hacen una devolución de un porcentaje de la compra (conocido como cashback) que va del 2% al 21%, dependiendo de cada firma que la emita.
De hecho, estos plásticos pueden utilizarse para las siguientes funciones:
Para usar estas tarjetas cripto, el usuario debe tener saldo en la billetera: se puede recargar con pesos a través de transferencia bancaria o redes de cobranzas como PagoFácil y Rapipago. Luego se podrá abonar y, tras hacerlo, inmediatamente llegará una notificación al celular en el que se informará el reintegro en monedas digitales.
¿Pero qué es y cómo funciona el cashback? Según Damián Di Pace, economista y director de la consultora Focus Market, el cashback "es la posibilidad que brindan las tarjetas prepagas o de débito de pagar en pesos y ahorrar en cripto".
Describe que las billeteras virtuales que operan con tarjeta VISA o Mastercard permiten realizar compras en una gran cantidad de comercios e incluso obtener adheridos, débito automático de diferentes servicios y hasta pagar con criptomonedas.
Entre los beneficios, Di Pace resalta que "vos podés obtener un interés anual que se acredita diaria o semanalmente".
Entre las más destacadas en el país aparecen Belo, Lemon Cash y Buenbit, como pioneras en emisión de tarjetas con un sistema de cashback e interés anual.
El cashback es la posibilidad que brindan las tarjetas prepagas o de débito de pagar en pesos y ahorrar en cripto.
Asimismo, explica el economista, hay que tener en cuenta que estas tarjetas devuelven un porcentaje de la compra, es decir, que reintegran una parte de lo comprado en la cuenta del cliente, inmediatamente en criptomonedas.
Entre las principales criptomonedas en las que se aplica el cashback, aparecen Bitcoin (BTC), Ether (ETH) y la stablecoin DAI, con un reintegro del 2% en la mayoría de los casos.
"También, hay que tener en cuenta que el cashback, al ser en criptomonedas, fluctúa mucho su valor, así como el rendimiento que se obtiene", sintetiza Di Pace.
A través de la Resolución General 5232 la AFIP elevó la alícuota de la percepción a cuenta de los impuestos a las Ganancias y sobre los Bienes Personales del 35% al 45%.
La medida, desmentida la semana pasada por el propio Miguel Ángel Pesce, presidente del Banco Central (BCRA), quien manifestó en una entrevista que "no estamos estudiando más medidas sobre los dólares para viajes al exterior", se conoce una semana después de la polémica frase de la ministra de Economía, Silvina Batakis que había dicho que el "derecho a viajar colisiona con el derecho al empleo", elevó la alícuota de la percepción a cuenta de los impuestos a las Ganancias y sobre los Bienes Personales del 35% al 45%.
"La actualización alcanza al consumo de divisas para viajes y gastos en el exterior" señaló el organismo a cargo de Mercedes Marcó del Pont.
A su vez, la decisión excluye a las compras para ahorro que continuará en 35%. En este caso al cierre de hoy la cotización fue de $223.
Esta es una nueva medida que apunta al sector turismo luego de la prohibición de financiamiento en cuotas para gastos en el exterior que se implementó el año pasado. También se canceló la posibilidad de financiamiento en cuotas en los free shop.
El Gobierno busca de esta forma desalentar la salida de divisas ante la necesidad de acumulación de reservas. La demanda de divisas para el pago de energía complicó la operación del BCRA durante el segundo trimestre del año, período de mayor ingreso por las liquidaciones del agro.