La impresión 3D surgió con fuerza hace algunos años y de inmediato impactó en el modelo de negocios de miles de empresas alrededor del planeta.
En la Argentina, la compañía Trimaker diseña, fabrica y comercializa impresoras 3D y en el transcurso de los últimos tres años creció 350% apuntando solo al mercado nacional.
La propuesta de la firma es simple: con apenas u$s250 (que pueden pagarse hasta en24 cuotas), Trimaker facilita la puesta en marcha del negocio de sus sueños a muchos diseñadores.
Pero la historia de la firma no es del todo nueva ya que diseña, desarrolla y fabrica sus propias impresoras 3D desde hace más de 10 años.
Maxiliano Bertotto, CTO & Founder, desarrolló en 2012 la primera impresora 3D de América Latina en el living de su casa.
Se trató de una impresora de resina que creó desde cero: apenas hardware, software, y resinas.
"En el camino después ganamos el certamen Innovar y fuimos elegidos como una de las empresas más innovadoras del mundo en Rusia y en Sillicon Valley", comentó Emiliano Carreira, CEO de Trimaker.
"Apostando siempre a la innovación constante y a la creación de nuestra propia marca de impresoras 3D. Atravesamos una expansión comercial para llevar nuestras soluciones a toda la región", agregó.
En el caso de Trimaker, la inversión inicial fue de u$s350.000, pero sus fundadores ahora posibilitan que con mucho menos otros entusiastas puedan volverse emprendedores.
"La impresión 3D es una tecnología que permite fabricar cualquier objeto que uno pueda tener previamente modelado. Es decir que no hay moldes físicos, sino moldes digitales", precisa el CEO de Trimaker.
La impresión 3D no tiene costos iniciales, ni cantidades mínimas, ni necesita la fabricación de una matriz.
"El costo no disminuye con la cantidad de productos como sí ocurre con métodos tradicionales. Por lo tanto siempre existirá una curva de costos y unidades producidas, para determinar qué tecnología es mejor en cada caso", concluyó el experto en una nota de iProfesional.