Hasta hace solo unos días, D. S. había invertido 80.000 euros en Luna y consideraba que invertir en criptomonedas había sido una de las mejores decisiones de su vida. Ya había duplicado lo ganado desde los 40.000 euros que metió hace casi un año. Hoy, cuando abre la aplicación para consultar ve que solo quedan cuatro euros. 

"Parecía una de las apuestas más seguras. Incluso, cuando el bitcoin perdía valor, Luna marcaba máximos históricos. Iban a lanzar muchos proyectos y la respaldaban fondos de inversión", deslizó este español de 32 años, que vio evaporarse en solo tres días la mayor parte de sus ahorros tras el colapso de la divisa digital.

El derrumbe de Luna complicó a miles de ahorristas alrededor del planeta

Su historia tiene réplicas similares en los cinco continentes. Luna, creada por Terraform Labs, empresa del surcoreano Do Kwon, de 30 años, se hizo un nombre en la industria, y hasta se la consideró un caso de éxito. 

Como él, miles de pequeños inversores en todo el mundo confiaron en ella, situación que llevó su valoración hasta los u$s18.000 millones. La opinión sobre Kwon es ahora muy diferente: foros como Reddit se llenaron de mensajes donde usuarios arruinados, incluso, mencionan la palabra suicidio. 

Kwon, su fundador, reconoció que teme por su seguridad: tras la debacle, un desconocido tocó el timbre de su casa y preguntó por él a su esposa. El intruso se marchó al recibir como respuesta que no se encontraba allí, pero después avisaron del suceso a la policía, que les facilitó protección.

El criptopánico se apodera del mercado tras la caída de Luna: ¿por qué huyen los inversores?

Analistas explican que se trata del inquietante cierre a un periodo de euforia desmedida. Cuando Luna pasó de valer u$s4por unidad en febrero de 2021 a u$s60 en el mismo mes de 2022, o lo que es lo mismo, a multiplicar su valor por quince en un año, la reacción no fue preguntarse si su avance no habría sido excesivo, sino situar las expectativas sobre su techo cada vez más alto

Pocos sospechaban que todo estaba a punto de saltar por los aires. "Entré porque era una de las criptomonedas top. Estaba entre las 10 mayores por capitalización. Tenía un proyecto que me convenció y la rentabilidad de su stablecoin era brutal", explica otro joven español, menor a treinta años que perdió unos 5.000 euros.

La stablecoin UST ofrecía 19,5% de rentabilidad anual a los que la mantuvieran usando anchor protocol, otro instrumento de la hoy desahuciada Terraform Labs. En un entorno en el que pocos bancos daban más del 0% por los bajos tipos de interés, esta anomalía tampoco llamó la atención de los que se beneficiaban, cegados por el poder de una nueva tecnología en ciernes que les permitiría enriquecerse. 

La pérdida de paridad con el dólar de UST fue lo que arrastró a luna, su moneda hermana, y generó una de las mayores crisis de la corta historia de las criptomonedas. Pero las fuertes pérdidas no siempre sirven para disuadir a los que las sufren. 

Decepción

Otros lunáticos, como se hacían llamar a sí mismos los inversores en esta criptomoneda, sí perdieron la fe por completo en su resurrección, descartada por los expertos.

Un médico de 41 años, que como el resto de afectados pone como condición para hablar que no aparezca su nombre, explicó que ahora invertirá sólo en bitcoin y ethereum, criptomonedas en teoría algo más seguras que las miles de pequeñas divisas que pueblan el universo cripto. 

"La pérdida de dinero me supone dos meses de sueldo, unos 8.000 euros, así que no me cambia nada. Estoy muy diversificado y mi porcentaje de inversión en criptomonedas es muy bajo, pero creo que es un golpe duro para la futura adopción cripto de la que tanto se habla. De momento, me voy a mantener al margen y solo voy a reinvertir las ganancias", explicó a través de la aplicación de mensajería Telegram, donde existen varios grupos de inversores de Luna.

Mientras Luna subió de forma exponencial, pocos inversores pensaron racionalmente si su crecimiento no era "exagerado"

Uno de los que perdió y no temió dar su nombre

El indio Yuvraj Sharma, de 19 años, es de los pocos que accedió a revelar su identidad. Lo perdido, unos u$s200, tampoco le cambiará la vida, aunque para este estudiante de comercio de Calcuta que de vez en cuando trabaja haciendo prácticas supone más dinero de lo que podría parecer. 

"Es mucho para mí porque me ha costado mucho esfuerzo conseguirlo. Es mi salario de dos meses. Todavía espero que se haga algo frente a este crash devastador y poder salir al menos con lo que invertí", deslizó. Las posibilidades de que eso ocurra son nulas. La cotización de Luna está hoy en u$s0,0002 por unidad.

Su caso sirve para ilustrar un hecho cada vez más extendido: los jóvenes se lanzaron sin paracaídas al mundo de las criptomonedas, y solo el hecho de que muchos de ellos no tengan demasiado patrimonio les priva de perder cantidades más elevadas en un activo que no siempre comprenden.

La duda es si llegaron para quedarse y cuando sus salarios crezcan, también lo harán sus inversiones, o los sueños de riqueza rápida son solo una tendencia pasajera que se difuminará con el tiempo.

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