Con una inflación altísima y una moneda local que en dos años se ha depreciado un 62%, son cada vez más argentinos los que buscan opciones, como la cripto, para que sus ingresos rindan más y no estén sujetos a la variabilidad cambiaria.
Para algunos el cobrar parte de su sueldo en criptomonedas es una de esas maneras. Cabe agregar que en este tipo de cobros no está el límite de 200 dólres por mes, porque es un salario, no una compra.
Ignacio E. Carballo, director del Ecosistema de Programas Fintech para América Latina en la Universidad Católica Argentina (UCA), asegura que ya muchas empresas, algunas de ellas extranjeras y del rubro tecnológico, que ya se están decantando por esta modalidad, en especial para trabajadores freelance.
La Ley de Contrato de Trabajo estipula que el pago "en especie", que es como se consideraría el concepto por las criptomonedas, no debe superar el 20% del total del salario.
"Hoy existen empresas que en algunos roles contratan personas sin relación de dependencia, les depositan a fin de mes las criptomonedas que sean, en los wallets o billeteras digitales que sean, y luego el trabajador se encarga de transformar eso a la divisa local y de pagar por su cuenta los impuestos. Este tipo de contratación, empero, es más precaria, no incluye derechos laborales, seguros de desempleo y nada, pero les permite a las personas tener un suelo dolarizado con el que elude los cepos cambiarios", sostiene Carballo.
Por otro lado, Manuel Beaudroit, CEO y fundador de la billetera digital Belo, el pago de sueldos en criptomonedas es una práctica que cada vez es más común.
"Estas personas han encontrado en las criptomonedas y las monedas estables (criptoactivos diseñados para minimizar la volatilidad del precio) como USDT (Tether) y DAI una forma de tener más libertad en relación con el flujo de dinero internacional, como cobrarlo y/o enviar dinero a otras personas o proveedores. Para la gente nativa de internet, tener este tipo de activos es totalmente revolucionario", apunta el CEO de Belo.
Para muchos esta práctica también redunda en atraer y retener talento. "Es una moda que se está popularizando cada vez más, justamente por el potencial que tiene. El cripto le da más herramientas y más control al usuario sobre su dinero", agrega.
Carlos Maslatón, abogado y analista de mercados financieros, lo que está ocurriendo es la consecuencia de lo que ha pasado con el sistema cambiario en su país.
"Si una persona trabaja para el exterior y obtiene 3.000 dólares, en el mercado oficial le van a dar 112 pesos argentinos (cotización del viernes 8 de abril), pero en el mercado negro o blue recibe 200. Nadie va a querer reducir a la mitad sus ingresos. Al no haber mercado libre ni tipo de cambio flotante, cuando un trabajador exporta sus servicios esos fondos ingresan al país y son convertidos a pesos, reteniéndole hasta un 30 % de ese valor por diversos conceptos, y si lo combina con el tipo de cambio artificial con restricciones cambiarias e impuestos la presión impositiva sube hasta el 70 % o 75 %", sostiene Maslatón.
De hecho, recientemente un exfuncionaria del Gobierno nacional, Patricia Bullrich, actual directora de ProArgentina, se puso a favor del uso de las criptomonedas como mecanismo para combatir la inflación, "recuperar el valor del salario y vivir con estabilidad", indicó para Yahoo Finance.