Mientras Occidente impone un abanico de sanciones financieras a Rusia tras la invasión de Ucrania, crece el temor entre los gobiernos de que ciudadanos rusos puedan evadir las restricciones a través del mercado de criptomonedas.
Por tal motivo, el gobierno ucraniano, junto a sus aliados de Europa y los Estados Unidos, pidió a las mayores plataformas de transacciones de monedas virtuales que acaten el bloqueo financiero.
Una de las que ya se sumó a esta iniciativa es la plataforma Coinbase, la cual confirmó que bloqueó más de 25.000 direcciones de billeteras relacionadas con personas o entidades rusas presuntamente involucradas en actividades ilícitas.
La compañía asegura haberles identificado mediante sus propias investigaciones en relación con los cibercrímenes cometidos en Rusia, con una cantidad de wallets equivalente al 0.2% de las existentes en el exchange.
En una publicación en el blog de la empresa, Paul Grewal, director legal de Coinbase, aseguró que la mayor bolsa de criptomonedas de EE.UU. prohibió el acceso a personas sancionadas y está utilizando análisis de blockchain para identificar nuevas direcciones potencialmente vinculadas a ellas.
Además, Grewal detalló brevemente como sigue el proceso: Una vez identificadas las direcciones sospechosas, estas se comparten con autoridades federales, en la búsqueda de apoyar las sanciones.
Aun así, aclaró que las inhibiciones a las billeteras no están ligados exclusivamente a la invasión a Ucrania, sino que la mayor parte de estás cuentas fueron ubicadas por anticipado, previo al ataque ruso.
La compañía describió el modus operandi para llevar a cabo esta medida: En primer lugar, se bloquea el acceso a las cuentas sancionadas, luego se detectan los intentos de evasión y por último se anticipan a las posibles amenazas.
Para Grewal, los activos digitales pueden brindar ventajas a la hora de aplicar sanciones en torno al dinero fiduciario, ya que con la tecnología blockchain, las transacciones son rastreables al quedar un registro permanente y ser públicas.
También, resalto que el hecho de que sean instrumentos financieros con un uso relativamente incipiente hace que su utilización para evadir sanciones resulte menos probable.
"El Gobierno ruso y otros actores sancionados necesitarían cantidades prácticamente inalcanzables de activos digitales para contrarrestar de manera significativa las sanciones actuales", destacó en base a lo anterior.
Tradicionalmente, Rusia es considerado el principal país en donde se fomenta el cibercrimen, con muchos expertos que alegan que el gobierno hace la vista gorda en este tipo de delitos.
La firma también advirtió a las bolsas extranjeras para que se mantengan alertas ante transacciones empleadas bajo jurisdicciones con normativas deficientes contra el blanqueo de capitales.
Otras bolsas de criptomonedas como Binance expresaron su cumplimiento con los mandatos de los países occidentales para restringir a ciertos usuarios sancionadas, pero no prohibirán a todos los rusos de su plataforma.
El propio CEO de Coinbase, Brian Armstrong, indicó anteriormente que algunos ciudadanos rusos comunes y corrientes están empleando los criptoactivos que ofrecen como un "salvavidas ahora que su moneda se ha derrumbado".
Por su parte el Departamento de Justicia de los Estados Unidos formará un nuevo grupo de trabajo destinado a congelar o confiscar las tenencias de criptomonedas de los individuos rusos adinerados, así como a investigar los bancos y las empresas de criptodivisas detrás de ayudar a las entidades nombradas bajo sanciones con el lavado de dinero.
En el Reino Unido, la Autoridad de Conducta Financiera y la Oficina de Implementación de Sanciones Financieras emitieron una declaración conjunta en la que advierten a las criptoempresas que "desempeñen su papel para garantizar el cumplimiento de las sanciones".
"Las regulaciones de las sanciones financieras no diferencian entre los criptoactivos y otras formas de activos", explicaron los reguladores del Reino Unido. "El uso de criptoactivos para eludir las sanciones económicas es un delito", añadieron.
Las medidas económicas contra Rusia fueron rápidas y afectaron a muchos sectores. Empresas privadas como la cadena de comida rápida McDonald's, el importante banco Goldman Sachs y compañías de tarjetas de crédito como Visa y Mastercard cortaron sus vínculos con el país en los últimos siete días.