Con la llegada de las fintech, finalmente se popularizó en el país el uso de las tarjetas prepagas. Es decir, un tipo de plástico que es reconocido por las terminales de cobro como de crédito (por lo que permite abonar compras en sitios internacionales), pero su funcionamiento es similar a las de débito: el límite es el saldo en la caja de ahorro virtual.
Sin embargo, en el transcurso de los últimos meses se les sumó una nueva herramienta de pago denominada "tarjetas cripto", que irrumpieron con fuerza y crecen de forma exponencial a raíz del interés generado por las divisas digitales entre los inversores locales.
En Argentina, los criptoactivos fueron adoptados de forma intensa durante los últimos dos años, apuntalados por millennials en un principio, pero no demoraron en despertar el interés de los usuarios de mayor edad, quiénes lo vieron como un refugio para resguardar el valor de sus ahorros ante el avance de la inflación.
En ese contexto, algunas firmas decidieron lanzar en la Argentina sus propias tarjetas cripto. Ante la pronunciada aceptación del público, el número de plásticos entregados creció de forma exponencial, a punto tal que muchas otras compañías planean un lanzamiento inminente de sus plásticos.
En diálogo con iProUP, el economista, investigador y consultor Ignacio Carballo, indica que las tarjetas cripto "son una tendencia regional y global en la que se encuentran varios casos interesantes".
"Pero el principal factor que las referencia es que son plásticos, obviamente emitidos por instituciones reguladas que pueden ser emisore de tarjetas, pero con la particularidad que están impulsadas estratégicamente por Visa y Mastercard", detalla el especialista, también Director Ecosistema Fintech & Digital Banking (UCA) y Payments Practice Southern Cone Affiliate (AMI).
Para Carballo, "estas dos marcas, además de impulsarlas junto con instituciones aliadas, tienen sus propias tarjetas cripto". Y añade que tienen como objeto "darle un uso más cotidiano como medio de pago". Su éxito en Argentina responde a dos cuestiones:
"En agosto pasado, fuimos los primeros en Argentina en lanzar una tarjeta que se conecta con el mundo cripto de una manera muy sencilla, sin costo de emisión ni mantenimiento, y que además reintegra el 2% en criptomonedas sobre cada compra de los usuarios", explica Emiliano Limia, ejecutivo de Buenbit, en diálogo con iProUP.
"Es una tarjeta prepaga Mastercard Internacional, de modo tal que sirve para compras online o presenciales en cualquier comercio adherido a la red Mastercard del mundo", resalta.
Añade que "puede usarse para pagar servicios e impuestos, configurarse para débitos automáticos (como Netflix o Spotify) y realizar extracciones en efectivo en cajeros locales y del exterior".
Franco Bianchi, CMO de Lemon Cash, expresa a iProUP que en noviembre la firma lanzó la Lemon Card, una tarjeta VISA contactless internacional que permite pagar en cualquier comercio que acepte Visa tanto con pesos como con criptomonedas.
"Además, los usuarios reciben como cashback el 2% en Bitcoin de cada compra. Puede usarse tanto en comercios físicos como en digitales, como Rappi y Steam, por ejemplo. Es una forma concreta de darle usabilidad a las criptomonedas en las compras cotidianas. Con solo aceptar Visa, el comercio ya puede recibir pagos con la Lemon Card", remarca.
Bianchi subraya que "el usuario puede elegir pagar en pesos, criptomonedas estables o volátiles como Bitcoin o Ethereum. En todos los casos, el comerciante recibe los fondos en moneda local".
Sólo en el primer mes tras su lanzamiento, la compañía emitió más de 100.000 tarjetas y entregó más de $4 millones de reintegros en Bitcoin.
Por su parte, Manuel Beaudroit, CEO de Belo, revela a iProUP que la tarjeta de la compañía "permite, por ejemplo, gastar tu sueldo en criptomonedas. Como usuario podés elegir en qué divisa querés gastar y el orden: DAI, Bitcoin, Tether. Además, podés configurar no gastar Bitcoin y seleccionar la moneda que vas a usar para pagar".
El ejecutivo remarca que "cada vez que se pasa el plástico (Mastercard prepaga), se recibe un cashback que va del 0,1% al 21%, de forma aleatoria". Subraya que puede usarse en cualquier local o sitio web del mundo que acepte esa marca de tarjeta, además de obtener un rendimiento por el saldo en cuenta de manera automática y que paga diariamente.
Limia confía a este medio que "al momento de activar la tarjeta en la app de BuenBit, el usuario automáticamente obtiene una versión digital mientras espera la entrega del plástico en su casa".
"La ventaja de acceder a la tarjeta digital de manera automática es que pueden empezar a usarla el mismo instante que la activa para compras online, mientras que la versión física la recibe en un lapso de 72 horas hábiles en el domicilio que indique", detalla.
Bianchi, por su parte, remarca que "el cashback que ofrece la Lemon Card es del 2% fijo en Bitcoin y eso es algo que los usuarios valoran mucho, porque lo ven como una reserva de valor. Hay otras herramientas con porcentajes variables de devolución y pueden rotar la criptomoneda en la que se ejecuta el reintegro", diferencia.
Bianchi cuenta que, además, una vez por mes se realiza el CashBack Day. "En esta acción, sin aviso previo, se premia a un número determinado de personas elegidas aleatoriamente con una devolución del 100% en Bitcoin de alguna compra realizada con la tarjeta en los últimos días", subraya.
"La Lemon Card es la primera tarjeta en la Argentina que tiene los logos de Bitcoin y Ethereum. Es un hito importante porque acerca la revolución de las criptomonedas a las compras de todos los días. Tomamos una herramienta del sistema financiero tradicional, como es una tarjeta, y la 'hackeamos' con tecnología blockchain para expandir la adopción cripto por todo el país".
Beaudroit puntualiza que "la diferencia fundamental es el cashback" y destaca que la tarjeta de Belo Cash "es única en el mercado, por su sistema aleatorio de reintegro y un porcentaje muy alto".
"La propuesta de Belo es integrar todas las funcionalidades que tiene el producto: desde las criptomonedas y tasas que ofrece hasta el poder configurar la aplicación", concluye.
Para ayudar a los usuarios principiantes, podría definirse al cashback como una de las formas más fáciles de conseguir divisas digitales "sin comprarlas", ya que consiste en obtener una tarjeta prepaga gratuita y acceder a reintegros en cripto cada vez que se usa.
De hecho, estos plásticos pueden utilizarse para las siguientes funciones:
Para usar estas tarjetas cripto, el usuario debe tener saldo en la billetera: se puede recargar con pesos a través de transferencia bancaria o redes de cobranzas como PagoFácil y Rapipago. Luego se podrá abonar y, tras hacerlo, inmediatamente llegará una notificación al celular en el que se informará el reintegro en monedas digitales.
Mientras firmas como Ripio, Let's Bit, SatoshiTango y Binance avanzan en sus propias propuestas, Carballo se refiere a los aspectos aún ausentes en el ecosistema para que la interacción sea completa e integral.
"Lo que hacen estas tarjetas es transformar el valor de la cripto depositada en tu wallet a la moneda fiat. Ahí hay un costo de tipo de cambio, que hace que el comerciante reciba, en este caso, pesos argentinos", resalta el especialista.
Carballo afirma que "el próximo paso será avanzar en el circuito cerrado, de adquirencia, para que se pueda transaccionar de manera íntegra con criptomonedas. De esta forma, quien provee el bien o servicio recibirá cripto depositado y no pesos cuando cobra por un POS o QR", advierte el experto, aunque remarca que en este caso se "tocan campanas regulatorias".
Las principales billeteras de divisas digitales buscan que estos activos sean usados en todo momento y lugar, para llevar la adopción a un nuevo nivel. Y mantener a la Argentina como uno de los hub cripto más importante del mundo.