El mundo observa azorado el horror de la guerra ya no solo por la televisión y los diarios: la invasión de Rusia en Ucrania es el primer conflicto bélico 4.0, que tiene a las redes sociales como canales de comunicación y todo un aparato digital que lleva lo más crudo del enfrentamiento a millones de smartphones en todo el planeta.

Con más de dos semanas en marcha, la guerra se debate entre frentes impensados hace solo algunos años, y en la que la tecnología social juega un papel fundamental; incluso, algunos la han llamado "la Guerra TikTok", en referencia a los videos grabados desde ambos bandos y que se viralizan con la misma velocidad que un contenido sobre gatos.

Para el especialista en redes de la compañía F5, Bernabé Crena, "se está observando un aumento en los ataques a todo tipo de organización y empresa, de cualquier rubro. Las industrias son uno de esos focos debido a su capacidad para inclinar la balanza geopolítica mundial".

Mariano Bartolomé, miembro del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad de Belgrano, asegura a iProUP "Cuando Rusia habla de ciberseguridad lo hace en referencia a la seguridad de la información que se difunde".

"Para sus funcionarios, el contenido del mensaje es estratégico y crítico. Apenas desatado el conflicto, el Kremlin empezó a tener un control muy férreo sobre el ingreso y egreso de información en el ciberespacio en relación a su país", comenta.

De esta forma, ejerce cibersoberania y restringen las principales redes sociales: "Trata de evitar por todos los medios que ingrese contenido externo. Sin embargo, grupos como Anonymus buscan mostrar una visión diferente de la guerra".

Redes sociales, la nueva pantalla de la guerra

Desde que comenzó el conflicto, las redes sociales se convirtieron en el canal principal por el cuál se difunden globalmente las imágenes de la guerra. En este sentido, se viralizaron miles de posts con recomendaciones para sobrevivir a bombardeos, gestos de paz y contenido de toda índole y de ambos bandos. 

Tanto es así que ya catalogaron el conflicto como la "guerra de TikTok": es que se convirtió en una de las preferidas para publicar imágenes y videos de las operaciones militares, incluso cuando las autoridades rusas lo negaban. 

Según David French, redactor jefe de The Dispatch, las redes están mostrando lo "increíblemente brutal" de esta guerra, pero sin ofrecer una visión estratégica general como las posiciones de las fuerzas rusas o el número real de víctimas.

"Cada video de TikTok es una instantánea de un pequeño momento, a menudo sin ningún otro contexto superpuesto. Por eso, habría que pasar demasiado tiempo con antecedentes reales para empezar a armar el rompecabezas de TikTok", señala French.

Además, los especialistas aseguran que la inmediatez de las redes sociales impulsó a las naciones occidentales a alinearse rápidamente en cuanto a sanciones más estrictas. 

Nuevos soldados: los hackers

En este contexto, los hackers tomaron un rol protagónico. Para dar cuenta del poderío de Rusia, basta con mencionar a Conti, uno de los ransomwares más peligrosos del mundo. 

Se trata de la mayor cepa de ransomware por ingresos en 2021, extorsionando al menos u$s180 millones de sus víctimas, y que tiene origen ruso.

"Se cree que el reciente ataque de ese tipo a las agencias gubernamentales ucranianas llevado a cabo por piratas informáticos está asociado con el gobierno ruso", señalan desde Chainalysis. Fuentes oficiales de Ucrania, en tanto, aseguran que estos ataques interrumpieron la capacidad de varias entidades estatales.

Miles de cibersoldados están en la trinchera digital apoyando a ambas naciones

"Los atacantes afiliados a Rusia no son los únicos que usan ransomware con fines geopolíticos", indican de Chainalysis. "Es una locura, esto no tiene precedentes", remarca Matt Olney, director de inteligencia de amenazas de la compañía de seguridad Cisco. "Esto no será  únicamente un conflicto entre naciones. Habrá participantes que no estarán bajo control estricto de ningún gobierno".

Es por esto que a las fuerzas de Ucrania y de Rusia se les sumaron miles de voluntarios expertos en tecnología. Esta participación hace que sea más difícil determinar quién es responsable de un ataque en cuestión. Sus incursiones, además, son diferentes a las tácticas sofisticadas utilizadas en los últimos años. 

La primera "guerra 4.0"

Luciano Monchiero, Director de la Especialización en Cibercrimen y titular de la cátedra de Ciberdelitos de Universidad Siglo 21, comenta a iProUP: "Estamos hablando de guerra 4.0 porque el foco no son solamente las bombas y las balas, sino los bits y los bytes".

"Los enfrentamientos pasan también por lo digital. El rol de las redes es fundamental ya que permiten el manejo de infraestructuras críticas como la electricidad, las comunicaciones, los servicios bancarios y de salud, entre otros", asegura.

Por ejemplo, la red de internet de Ucrania ya no tiene suficiente alcance o la posibilidad de dar soporte a sus ciudadanos.  Ante esta situación, Elon Musk, CEO de Tesla, ofreció su sistema satelital para poder brindar Internet a aquellas personas para que puedan seguir día a día todo tipo de información.

Elon Musk ofreció su sistema de internet satelital a los usuarios ucranianos

"Lo que se puede ver en este tipo de conflictos bélicos son, justamente, estas estrategias, que no solo apuntan a que el enemigo vaya perdiendo fuerza en el combate, sino también que se debiliten sus redes y complique significativamente el uso diario por parte de sus ciudadanos", explica.     

Según Jane Lytvynenko, reportera de investigación, son pocas las personas que entienden la guerra de la información tan bien como la mayoría de los ucranianos. "La propaganda forma parte de todas las guerras", señala Lytvynenko. "Y el objetivo de la que sale de Rusia es socavar las narrativas ucranianas y asustarlos", dijo.

Marcelo Temperini, abogado especializado en Cibercrimen y CEO de AsegurarTe, explica que el ciberespacio es el otro lugar en donde ocurre el enfrentamiento: "Un ciberataque importante puede afectar el normal funcionamiento de servicios considerados críticos (abastecimiento de agua, suministro de energía, etc,) por lo que su daño puede ser muy significativo".

En su visión, con el tipo de tecnología actual puede afectarse hasta el funcionamiento de los hospitales: "A diferencia de un ciberataque tradicional, en la ciberguerra se ponen a disposición tecnologías e infraestructura con la posibilidad de generar daños a los servicios mucho más graves".

Criptomonedas y la guerra económica

A todo este contexto se le suman las grandes sanciones que enfrenta Rusia: suspensión de la red pagos internacionales SWIFT, la partida de grandes compañías de múltiples sectores, corte de servicios digitales, entre muchas otras. Como consecuencia, el valor del rublo ruso se desplomó en pocas semanas.

Como no podía ser de otra forma, la discusión sobre las criptomonedas tomó protagonismo desde el inicio. "Los datos de la cadena muestran que el número de direcciones de Bitcoin tocó un nuevo máximo histórico: más de 40 millones, señal de que la adopción de criptoactivos viene aumentando rápidamente", dice el Country Manager de Bitpanda España, Alejandro Zala. 

Al mismo tiempo, el viceprimer ministro de Ucrania, Mykhailo Fedorov, pidió a las plataformas cripto que bloqueen tanto a los políticos y oligarcas como a los ciudadanos rusos.

Pese a los llamados, las grandes firmas que operan con criptomonedas como Binance, Coinbase o Kraken, rechazaron imponer una restricción general contra ciudadanos rusos, aunque se muestran dispuestas a examinar las operaciones de personas específicas que hayan sido objeto de sanciones.

Las criptomonedas fueron un vehículo usado por Ucrania para recibir donaciones y por Rusia para mover fondos ante las sanciones

Changpeng Zhao, fundador y director ejecutivo de Binance, afirma: "Muchos ciudadanos de ese país no están de acuerdo con la guerra" y descarta restringirles el uso del servicio. Explica además que su empresa "no controla la industria" y que si aplicara una restricción general, se moverían a otras plataformas más pequeñas.

"El comercio entre el rublo ruso y los criptoactivos, como Bitcoin y Tether, se ha duplicado desde que comenzó el conflicto, alcanzando los u$s60 millones al día", indica Tom Keatinge, director del Centro de Estudios de Seguridad y Delitos Financieros (CFCS).

La primera "guerra 4.0" se desarrolla con matices nunca antes vistos. Habrá que esperar a que termine para tomar dimensión de su verdadero impacto social, económico y político.

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