La pandemia, que a estas alturas se sabe aceleró la transformación digital en todos los sectores, demostró abiertamente a las organizaciones la importancia de estar siempre conectados y que sus datos son un activo digital empresarial.

Nathan Steiner, Director Senior de Ingeniería de Sistemas de Veeam Software, explicó que la disponibilidad y el acceso a los datos y aplicaciones más relevantes alcanzaron un nuevo nivel de criticidad, ya que tanto las empresas, con todos sus sectores y la sociedad, aceleran la adopción de capacidades digitales.

Esto requiere un enfoque decidido en la construcción de la resiliencia digital. En palabras de Steiner, "A pesar del creciente conocimiento digital por parte de los consumidores, el optimismo en torno a una economía digital próspera se ve amenazado por los riesgos en aumento para la "resiliencia digital".

"La capacidad de asegurar, proteger, acceder y recuperar los datos en todo momento es crucial para construir la resiliencia digital, la base fundamental de cualquier economía digital", añade.

El problema con las palabras de moda o los eslóganes es que los directivos no siempre aprecian lo que significan exactamente. Un buen punto de partida es considerar que cuando hablamos de resiliencia digital se trata de la disponibilidad, pero también de la defensa de esa disponibilidad.

En pocas palabras, cuando se traza este plan hacia la resiliencia digital, se quiere cubrir a grandes rasgos tres áreas:

Infraestructura

Todo lo que se digitalizó tiene que funcionar como se espera. Cuando decimos digitalizado, hablamos de aplicaciones y cargas de trabajo informáticas. Esto incluye portales online, autoservicio, aplicaciones, etc., que deben estar disponibles en todo momento.

Para que esta plataforma sea resiliente, hay que asegurarse de que no se vea afectada por un tiempo de inactividad consecuencia de un fallo de la infraestructura.

En este momento, es donde entra en juego la computación en la nube, por lo que las empresas las subcontratan adquiriendo servicios de otras compañías como Amazon Web Services, Microsoft Azure o Google Cloud.

Ellos se encargan de la infraestructura, asegurándose de que esté disponible para su negocio. De este modo, se crea una capacidad de recuperación, ya que sus plataformas no se verán afectadas por tiempos de inactividad que pueden resultar a raíz de un fallo en la infraestructura.

Datos

Una vez que nos hemos encargado de la infraestructura, hay que ocuparse de la huella de los datos y diseñar una estrategia que garantice la resiliencia. A medida que se ejecutan las cargas de trabajo, hay que asegurarse de que estén siempre disponibles.

Por ejemplo, se puede optar por ejecutar una instancia en una zona de disponibilidad en Argentina y otra en espera en otra ubicación. Esto significa que si ocurriera algo en Argentina, como una gran falla de conectividad, se podría aprovechar la conectividad global con servicios DNS que están disponibles en todo el mundo.

De este modo, se puede mantener la aplicación en funcionamiento para los clientes. Se está construyendo mayor resiliencia.

Protección y Backup

Un engranaje importante en la rueda de la resiliencia es la protección de cargas de trabajo, servicios o aplicaciones contra las ciberamenazas. Este nivel de seguridad es fundamental, ya que una vez que se llegó a un punto en el que se tiene una infraestructura resiliente y se es resistente en todas las geolocalizaciones, en caso de cualquier interrupción, todavía se podría ser susceptible de sufrir ataques de ciberdelincuentes, en los que podrían bajar, borrar o cifrar los datos.

En este caso, la seguridad se centra en "endurecer" la infraestructura, con niveles de seguridad que protejan los servicios, así como una última línea de defensa, que se traduce en backup y replicación en la nube.

En el caso de que la seguridad sea violada, una empresa debe ser capaz de recuperar cualquier dato que pueda haber sido contaminado, borrado o encriptado. Una empresa resiliente puede traer a una instancia, carga de trabajo o servicio, en otra plataforma en la nube o en otra geolocalización con facilidad. 

La empresa resiliente ha abordado la disponibilidad de la infraestructura, tiene la capacidad de mantener sus cargas de trabajo en funcionamiento en todas las ubicaciones y cuenta con seguridad en torno al propio servicio, así como con herramientas para recuperar las copias de seguridad y acomodar el movimiento de los datos en diferentes plataformas en la nube. Estos son los fundamentos de la resiliencia digital. 

Edwin Weijdema, tecnólogo global de Veeam, lo expresa mejor cuando describe: "Asegurarse de que se tiene resiliencia digital da a la organización una gran ventaja competitiva y la alinea para mantener, adoptar o recuperar fácilmente los sistemas y procesos dependientes de la tecnología. Cuando se mira de frente a su organización y llega a la conclusión de que una disrupción digital significativa puede inutilizar sus procesos empresariales principales, entonces la resiliencia digital se ha convertido en el equivalente a la resiliencia empresarial".

*Por Martín Colombo, Country Manager de Veeam Argentina 

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