En 2016 cuatro rosarinos crearon BioHeuris una startup para el desarrollo de tecnología que controle las malezas y disminuya el uso de herbicidas. Recientemente fue evaluada entre 1.200 startups de agrotecnolgía, y logró ubicarse entre las cinco mejores del mundo.
Hoy en total son 21 profesionales que trabajan en un laboratorio de biología molecular en el Centro Científico Tecnológico de Rosario, donde tienen en funcionamiento las plataformas de Biología Sintética y de Edición Génica. El equipo de expertos fue reconocido por la consultora internacional StartUs Insights por el desarrollo de una tecnología que optimiza los cultivos a partir de una modificación genética.
En cualquier jardín, las malezas compiten con las plantas por la tierra, los nutrientes y la luz. Esto sucede en el campo a gran escala con los cultivos como por ejemplo la soja, que fue lo que eligieron estudiar los investigadores.
Hoy, para erradicar las malezas, en el campo se usan productos químicos, herbicidas, pero su uso está limitado, en muchos casos por el efecto tóxico que puede tener sobre el cultivo. Por esto, el desafío es lograr formas más seguras y eficaces para la producción de cultivos. Además, el uso sostenido de un mismo herbicida ha llevado a la aparición de malezas resistentes.
Con esta orientación, los investigadores de BioHeirus desarrollaron una tecnología que permite modificar o editar los genes de la soja y lograr que sea más resistente a los herbicidas, que en cambio sí matan a las malezas.
Esta tecnología representa un cambio sustancial para el cultivo de la soja porque mejorará notablemente la calidad de las semillas. La producción será más segura para la alimentación, para el medioambiente y también será más eficaz. La investigación se amplió y se logró aplicar también con éxito al sorgo, al arroz y al algodón.
Carlos Pérez, director de estrategia y uno de los fundadores de la empresa, aclaró que no desarrollan cultivos transgénicos, sino "que editamos los genes que están en la planta y logramos esa resistencia a los herbicidas". Esto significa una gran ventaja competitiva porque el desarrollo tecnológico lleva menos tiempo y menores costos. El desarrollo para la soja, el sorgo, el algodón y el arroz se venderá a las empresas que producen semillas.
A partir de ahora, el usuario final, que es el productor, podrá comprar semillas con herbicidas más seguros (que hoy no se usan) porque afectan al cultivo. En cuanto al costo que tendrá esta semilla modificada, el investigador dijo que "el productor paga por la semilla y a eso se le agrega un canon por el desarrollo tecnológico. Nosotros estaremos por debajo de la mitad del canon actual".
En tanto, la empresa continuará trabajando en otros desarrollos tecnológicos con el objetivo de mejorar el manejo de las malezas y el lanzamiento de productos para dar sustentabilidad a las prácticas agrícolas.
StartUs Insights es una consultora internacional que evalúa empresas emergentes en todo el mundo, en distintos rubros, entre ellos la agrotecnología. En ese análisis analizó 1.200 emprendimientos de diversos países y calificó entre las cinco mejores del mundo a la rosarina BioHeuris.
Este reconocimiento supuso, para el equipo de 21 científicos, "visibilizar" el trabajo que vienen desarrollando desde hace seis años en los laboratorios del Polo Tecnológico. Por otra parte, la empresa ya había recibido un reconocimiento en Brasil y Estados Unidos por su trabajo. Ahora buscan sumar inversores para la instalación en el mercado, lo que permitirá comenzar a comercializar su desarrollo, según un artículo de La Capital.