Luego de un 2021 inolvidable para las criptomonedas, donde su mercado se incrementó de manera notable e incorporaron a su ecosistema a millones de nuevos usuarios, este año apunta a ser el de la consolidación.
Y proyectos como el de la compañía Mercado de Metales y Futuro S.A. son un claro ejemplo de esta tendencia.
Es que la firma fundada y presidida por el economista Pablo Rutigliano sentó las bases teóricas para un criptoactivo que sea aceptado como prenda de cambio en el mercado de los hidrocarburos.
En diálogo con la web surtidores.com.ar, Rutigliano explicó que esta criptomoneda estaría basada en las reservas concretas de crudo que tiene el país, regida por el índice de precio internacional del petróleo.
"Es posible realizar un sistema de procesos de precio para darle estabilidad a la criptomoneda, vinculada con esta cadena de valores estructurada, como vector de confianza social y transformarla en medio de pago", agregó el fundador de la compañía.
Este token llegaría al mercado para generar trazabilidad entre un activo virtual y un recurso concreto y tangible a los sentidos humanos como la nafta.
Agrotoken, la primera infraestructura global de tokenización de agrocommodities, presentó su nueva stablecoin colateralizada en trigo, WHEA, y de esa forma aporta una nueva solución a los productores que están cosechando en este momento del año.
Cada Token está respaldado por una tonelada de granos entregada en un acopiador que lo certifica.
De este modo, WHEA se suma como un nuevo criptoactivo junto con SOYA (Soja) y CORA (Maíz), cuyos indicadores son calculados en tiempo real por el Grupo Matba Rofex para reflejar el precio de los granos entregados en Rosario, y publicados por Agrotoken.
"Nuestra plataforma permite a los productores agrícolas convertir los granos en un activo digital, que luego pueden ser intercambiados por insumos. El valor de cada operación siempre estará respaldado en el precio de los granos en tiempo real", explicó Eduardo Novillo Astrada, CEO & Co-Fundador de Agrotoken.
La tokenización permite en un sencillo proceso dentro de la plataforma de Agrotoken convertir cultivos reales en activos digitales y, de esta manera, se crea un criptoactivo con paridad en granos.
Por cada Token, hay una tonelada de granos entregada en un acopio que lo respalda. Esta tonelada, a su vez, está validada por medio de la PoGR ("Prueba de Reserva de Granos", por sus siglas en inglés), siendo transparente, segura, descentralizada y auditable en todo momento mediante la blockchain de Ethereum, el sistema que la gestiona.