Bitcoin Cash (BCH) es una criptomoneda que nació en agosto de 2017 como una bifurcación de Bitcoin (BTC). Surgió como una "interpretación" más literal de lo indicado en el whitepaper de Bitcoin.
La idea sería la vuelta a un sistema de efectivo electrónico de igual a igual, rebajando comisiones y facilitando la validación de las transacciones.
Puede decirse que Bitcoin Cash nace con un sentido más filosófico. Según los desarrolladores, Bitcoin pasó a quedarse como una reserva de valor, ya no se usa como al principio.
Entre las diferencias de ambas criptomonedas, está el tamaño de los bloques, la velocidad de validación de las transacciones o el coste de las comisiones de cada transacción.
El origen de Bitcoin Cash es un poco más complejo que el de otras criptomonedas. Por un lado, existe un grupo de desarrolladores, algunos pagados y otros que ayudan de forma desinteresada. Tenemos por otro lado los ideólogos y principales apoyos iniciales de BCH, siendo estos:
El mayor problema de Bitcoin es que tiene una capacidad de procesar 5-8 transacciones por segundo. Se especula que con Taproot podría subir a unas 12 transacciones por segundo, aunque no está claro.
Bitcoin soporta gracias a SegWit2x bloques de 2MB, en caso de ser necesario, pero normalmente los bloques son de 1MB, más o menos. Se desestimó soportar bloques de mayor capacidad alegando que se ponía en riesgo la seguridad. Esto provocó bastantes conflictos entre mineros, desarrolladores y la comunidad.
Este es uno de los principales motivos por los cuales se creó BCH. Los bloques de BCH inicialmente eran de hasta 8MB, pensando en aumentar la cantidad de transacciones por segundo soportables. Actualmente es de 32MB, pensando en los smart contracts y las finanzas descentralizadas.
Vamos a realizar un pequeño resumen de las principales características de BCH:
Puede decirse que Bitcoin tiene las mismas bases programáticas que Bitcoin Cash, ya que BCH utiliza el mismo código que BTC. Ambos comparten el mismo consenso, los mismos algoritmos de cifrado o el tiempo de emisión de bloques.
Bitcoin Cash es un hard fork (o bifurcación forzada) del código fuente original de Bitcoin. Ambas blockchain tienen muchas similitudes, o más bien, BCH es exactamente lo mismo que BTC, pero con unos leves cambios.
Pero existen unas pequeñas diferencias entre ambos proyectos. BCH cambió las firmas ECDSA por las firmas Schnorr, para mejorar la seguridad, la escalabilidad y reducir el tamaño de las transacciones. Y ahora con el despliegue Taproot en Bitcoin, tras ser aceptado este pasado verano, la red se distanció aún más.
En cuanto al tamaño de los bloques, Bitcoin ahora admite bloques de hasta 4MB, mientras que los bloques de Bitcoin Cash pueden llegar a ser de 32MB. Entre otros esto debería permitir que las transacciones se validarán antes y los costes por transacción sean menores.
Hasta hace poco, estas dos blockchain se basaban en el consenso de prueba de trabajo y al ser de código abierto, cualquiera podía proponer mejoras o crear soluciones sobre ellas. Cabe destacar que cualquiera que tuviera una cartera de Bitcoin con bitcoins dentro antes de la bifurcación, puede reclamar la misma cantidad en BCH.
Se diferencian también por el costo de las transacciones o comisión. Las transacciones en BTC dentro de la blockchain suelen ser costosas, mientras que en BCH son más económicas. Debemos destacar que BTC permite el uso de Lightning Network, cuyas transacciones no tienen coste.
También se diferencian en la actualización de la dificultad de la minería. Bitcoin actualiza la dificultad cada 2016 bloques (unos 14 días) mientras que BCH ajusta la dificultad de la minería tras cada bloque.
Igual que Bitcoin, BHC tiene un tiempo entre bloques de 10 minutos (aproximadamente) y un suministro máximo de 21 millones de monedas. Como sucede con Bitcoin, en BCH cada 210.000 bloques (unos 4 años) se reduce la recompensa por bloque a la mitad, en el proceso denominado halving.
Existen algunas disparidades, pero con algunos matices. Las comisiones bajas de BCH están marcadas por el poco uso, mientras que BTC tiene mucho más uso. Inicialmente se podían hacer transacciones en BTC con comisión cero.
Actualmente hay dos mecanismos para poder usar Bitcoin Cash (y otras criptomonedas) para realizar pagos. La más común es obtener una tarjeta de débito basada en criptomonedas, como la que ofrece Binance. Este mecanismo es el más simple, ya que no hace falta las conversiones; solo basta con pasar la tarjeta.
También tenemos la opción de pagar en establecimientos que acepten BCH para la realización de pagos. La web Bitcoin.com cuenta con un mapa que muestra los establecimientos que teóricamente aceptan BCH para pagos.
La idea tras la creación de BCH es ofrecer una cadena de bloques más rápida, con mayor escalabilidad y con menores comisiones. Aunque hoy en día, dicho protocolo se encuentra en creciente deshuso.
Actualmente la blockchain de BCH decrece en lo referido a utilización si lo comparamos con Bitcoin, pese a que esta última tiene unas comisiones más elevadas. Esto supone que los bloques de BCH almacenan menos transacciones, por lo que son menores en tamaño que los bloques de BTC. Así que no se ha podido demostrar uno de los preceptos por los cuales se separó de Bitcoin.
Esto tiene varias causas. Una de ellas es que BCH no logró conseguir consensos generales con una empresa, organización o estado. Bitcoin actualmente es aceptada por El Salvador como moneda de curso legal. Ethereum tiene asociaciones con importantes empresas tecnológicas e incluso habría asesorado a varios estados en la creación de CBDC. Litecoin lleva ya múltiples acuerdos con diferentes asociaciones profesionales y eventos.
BCH es muy poco conocida fuera de la comunidad de las criptomonedas por falta de anuncios notables. Esto hace que el uso de la blockchain de BCH sea mucho menor que el uso de BTC.
Pero sin lugar a dudas el mayor problema fue el daño generado por Bitcoin Satoshi Vision. Esta bifurcación, generada por Craig Wright por sus propios intereses, perjudicó a BCH, debilitando la credibilidad de este proyecto y generando dudas sobre si en un futuro podrían existir más bifurcaciones por diferencias internas entre los desarrolladores.
Para que una actualización se acepte en Bitcoin se requiere la aceptación de más del 80% de los nodos mineros. Taproot fue aceptada con una señalización superior al 90% de los bloques generados dentro de un epoch.
BCH, por su parte, es un sistema centralizado cuyas actualizaciones son impuestas por los desarrolladores. No disponen de un sistema de gobernanza, algo que disgusta a gran parte de la comunidad.
En cuanto a sus niveles en el mercado, el máximo del año lo alcanzó al tocar los u$s1.644,56 el pasado mes de mayo. Hoy, se encuentra un 253% más abajo de ese valor si hablamos de máximos desde su cotización actual, más precisamente tocando los u$s448,85.
Mientras que su capitalización bursátil alcanza los u$s7.800 millones, que la ubica como la 24° criptomoneda del mercado, según CoinMarketCap.
En lo que va de año, registró aún así un avance del 36,16% mientras que, en tasa interanual, desde diciembre del pasado ejercicio, la revalorización sube hasta los 74,4%.