Cada vez existen más razones para que el precio del Bitcoin siga subiendo. Se acerca fin de año y la criptomoneda con mayor valor en el mercado muestra en las últimas sesiones una moderada toma de beneficios, forma muy normal como cuando pasó en los máximos alcanzados en los días pasados del corriente mes donde superó los u$s68.990.
Se puede ver una progresión, que sin ser tan explosiva como la que presentan otras criptomonedas, viene acompañada de una gran empuje junto a su "legitimación" por parte de los grandes del mercado y en especial de los fondos, que se han volcado de lleno al uso y aceptación de este activo.
De esta forma, desde los mínimos del último año donde estuvo en los u$s15.795, el valor de Bitcoin se recupera por encima de un 300%, mientras que en su evolución algo más reciente vemos como la moneda avanza un 5,3% en las últimas cinco sesiones cerradas, un 2,66% es lo que gana en el último mes, avanza en el trimestre un 35% y en lo que llevamos de año gana un 121,5% para alcanzar el 294% de revalorización desde noviembre de 2020.
Por otro lado, actualmente, muchas miradas están puestas en Plan B y su modelo de predicción Stock-To-Flow (SF2) que coloca a Bitcoin en los u$s98.000 por activos antes de que finalice el mes de noviembre. Un modelo único para esta criptomoneda que supondría un avance del 54% sobre sus niveles actuales. De la mano de esta predicción, en una encuesta de 242.000 participantes, se conoció que creen que llegue a niveles de u$s100.000 para fin de año.
Pero las estimaciones de Plan B, que ya se cumplieron varias veces, tambien hacen creer que podría llegar a los u$s135.000 al cierre del año. Este modelo, iniciado en marzo de 2019 se basa en la relación entre la producción de su suministro y el stock actual de Bitcoin, valorando que su escasez en el mercado impulsa su precio, según publicó el sitio de Estrategias de Inversión.
Los sondeos del sitio NiceHash recientemente realizados revelan que la actualización podría venir a lugar a la 1:00 UTC del día de hoy, lo cual coincide con la información aportada por Taproot.watch, la cual también sugiere que quedaban pocos bloques para que esta se hiciese efectiva.
Es importante destacar que, aunque Taproot ya recibió el respaldo de la comunidad minera a inicios de esta semana, se necesitaban otros 800 bloques para que la función se active de forma efectiva.
Como tal, Taproot es una propuesta de actualización para la red Bitcoin, con la cual se mejoraría la capacidad de la misma para la creación de scripts, alineándose con las propuestas de otras redes como Ethereum que cuentan con propiedades asociadas a la creación de contratos inteligentes.
Además de lo antes mencionado, Taproot también trae la posibilidad de enmascarar transacciones complejas en el Blockchain de Bitcoin, lo cual dotaría a la moneda digital de una mayor privacidad en las operaciones realizadas, acompañado de una disminución en el tamaño de las mismas a través del sistema de Firmas Schnorr.
Taproot vendría a ser uno de los cambios más importantes a implementar en la red Bitcoin desde que en 2017 tuvo lugar SegWit, solo que a diferencia de aquél acontecimiento se trataría de un Soft Fork, actualización ligera que traerá mejoras operativas al protocolo.
Bajo esta modalidad se implementa también un nuevo mecanismo de voto para aprobar este tipo de cambios, sin necesidad de llegar a acalorados debates ni interminables disputas sobre el futuro de Bitcoin, las cuales al final derivaban en versiones alternas respaldadas por quienes se sentían afines con dichas visiones, indica Diario Bitcoin.
Estos propósitos se buscan mediante la ejecución de tres componentes.
- BIP340, que lanza las firmas Schnorr, un esquema criptográfico que optimiza las transacciones, aumenta su seguridad y reduce sus costes.
- BIP341, que desarrolla las actualizaciones de SegWit y dificulta el rastreo de usuarios introduciendo la tecnología MAST.
- BIP342, que reforma el lenguaje de los scripts y cambia la forma de validar las firmas.
No obstante, además "existe el riesgo de que el valor de la criptomoneda entre en una dinámica negativa, con altas probabilidades de desplome, si la actualización resulta tener 'bugs', deficiencias del código que podrían ser aprovechadas para comprometer la seguridad del sistema, tal como se produjo en marzo de 2013, cuando el bitcoin se dividió brevemente en dos cadenas", sigue.
Por último, finaliza: "Las actualizaciones abren la posibilidad -extremadamente remota- de que un error entre en el sistema, lo que destruiría la confianza en todo el sistema de criptodivisa, anulándola de hecho", afirmó Jason Deane, analista de Quantum Economics. Para evitar este tipo de 'herida autoinfligida', como define Deane este hipotético escenario, las actualizaciones se revisan durante meses antes de activarse".