El rol del administrador evolucionó de la misma forma que lo hicieron otros roles profesionales. Ser administrador de consorcios es más complejo de lo que muchos piensan: tienen enormes responsabilidades y más tareas operativas que hace unos años atrás.

Actualmente, resuelven cuestiones que son las mismas que hace 30 años, como la morosidad de las expensas, la poca participación en las reuniones de consorcio y la coordinación con proveedores.

Sin embargo, la tecnología trajo soluciones para que puedan gestionarlo de manera más simple. Por ejemplo, en vez de llamar uno por uno a los consorcistas que deben las expensas o dejarles un papel por debajo de la puerta, hoy pueden programar mensajes de recordatorio de pago y ver quiénes lo leyeron y quiénes no.

En este sentido, el valor agregado de un administrador consiste en brindar la mejor experiencia para los vecinos de un edificio o un barrio. Eso implica múltiples tareas que van desde procesos administrativos y de mantenimiento, hasta habilidades de comunicación y resolución de conflictos en los consorcios.

Su valor tiene que ver con aquello que lo destaca más allá de un gestión ordenada y eficaz, es lo que lo hace brindar un servicio de calidad, y cuestiones como transparencia en la gestión, comunicación con los vecinos y agilidad de resolución son las piedras angulares de ese diferencial.

Si bien es difícil hablar de una nueva generación de administradores por tratarse de un sector heterogéneo, lo que sí se percibe es un segmento de los administradores que se está modernizando.

Estos administradores tienen una mayor familiaridad con la tecnología y están en la búsqueda constante de seguir creciendo, asisten a capacitaciones y webinars, y se mantienen informados en las novedades del sector.

En este sentido, la tecnología tiene un impacto en la rentabilidad de la administración y en la calidad del servicio que presta. A modo de ejemplo: imaginen una administración de 30 edificios que tiene que cargar 30 comprobantes por cada edificio en un sistema viejo o en excel.

Son 900 comprobantes que a 3 minutos por comprobante representan 45 horas. Usando tecnología ese proceso se automatiza y la misma tarea se resuelve en un par de horas. La diferencia en eficiencia y rentabilidad es contundente.

Nuevos desafíos

La pandemia fue un desafío que nos atravesó a todos, incluyendo a las administraciones. La tendencia a la digitalización que veníamos viendo desde el 2016, se vio sumamente acelerada en 2020, sobretodo, por la necesidad de trabajar desde casa.

Hoy, ya en esta "nueva normalidad", vemos que ese cambio también influyó en las expectativas de los vecinos. La tecnología atravesó nuestras vidas, nuestra dimensión del tiempo y cómo lo priorizamos.

Después de un año de resolver la vida a través de aplicaciones, desde el home banking hasta pedidos a domicilio, los vecinos esperan poder resolver las cuestiones de sus edificios de la misma manera. 

Por ejemplo, independientemente de si un departamento está en Puerto Madero o en un barrio estudiantil de Córdoba, los vecinos van a estar de acuerdo en agilizar la toma de decisiones. Más allá de que hay temas que deben tratarse en asambleas, hay otros que se pueden tratar mediante votaciones online.

De esta forma, los consorcistas pueden participar sin necesidad de invertir una gran cantidad de tiempo, basta con que miren su celular, elijan una opción y listo. Por eso, gran parte de los desafíos consiste en dar la calidad de servicio que los vecinos esperan, que poco tiene que ver con lo que se esperaba hace 10 años atrás.

Hoy se espera que las administraciones permitan pagar las expensas con el celular, que los gastos del edificio estén claros y se puedan consultar rápidamente o hacer la reserva de amenities de la misma forma que se saca un turno online.

Otro desafío es la necesidad de optimizar el tiempo. Todos sentimos que al día le faltan horas, y, en las administraciones, esa no es la excepción. Por eso, los administradores están mirando con buenos ojos aquellas soluciones que automatizan tareas como la carga de facturas en el sistema, el cálculo de retenciones, la emisión de certificados de deuda o el envío de recordatorios (ya sea de pago de expensas o de el arreglo de un ascensor). Poder dejar de lado esas tareas manuales y repetitivas es un reto que el sector necesita traspasar para seguir creciendo.

De cara al futuro, como ocurre en todos los rubros, quienes no vayan adaptándose, irán perdiendo terreno. En base a la tendencia de los últimos años, podemos ver que la digitalización va a estar más presente en las administraciones por dos razones muy simples: los consorcistas lo están exigiendo y las administraciones que no den un salto de calidad en su eficiencia, serán un videoclub.

Nuestro rol es hacer tecnología simple para que todas las administraciones puedan dar ese salto de calidad y seguir vigentes, y para que los vecinos simplifiquen la gestión de su hogar. 

* Por Albano Laiuppa, Director de ConsorcioAbierto

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