A medida que el precio de las criptomonedas sube, también lo hacen las estafas. Los fraudes criptográficos se dispararon 1.000% desde fines de 2020, y en general, el monto promedio de robo oscila entre los u$s500 y u$s2.000.

En este sentido, semana a semana aparecen nuevas metodologías. Ahora, en Reino Unido salió a la luz una extraña y muy bien preparada estafa relativa a una nueva plataforma ligada al ecosistema.

Se trata de CryptoEats, una app de reparto de comida basada en tecnología blockchain que, aparentemente, contaba con su propia criptodivisa llamada Eats.

La estafa de reparto de comida cripto

El lanzamiento de CryptoEats fue anticipado por meses, para lo cual la empresa consiguió diversos reconocidos influencers británicos a partir de los cuales promocionó el inminente servicio.

A través de una importante campaña de marketing, la compañía consiguió que se hablaran maravillas de una empresa que tenía incluso el potencial para destronar a competidores del mercado como Uber Eats, entre otros.

De hecho, se llegó a difundir que esta había llegado a acuerdos con McDonald’s y otras cadenas de comida rápida y restaurantes, además de haber contratado a múltiples repartidores, a quienes se les pagaría un sueldo fijo por encima de las comisiones.

CryptoEats llegó a lanzar un sitio web propio, cuentas en redes sociales y hasta un canal de Telegram en el que se anunciaban todas las novedades de la aplicación, así como de su propio token digital que permitiría pagar bienes reales con el mismo.

Sin embargo, a pesar de toda la expectativa generada a su alrededor, CryptoEats desapareció de internet apenas un par de días después de haber lanzado su moneda.

Crypto Eats, una aplicación de comida rápida con su propia criptomoneda lanzada en Reino Unido, resultó ser una estafa

Posteriormente, sus aparentes desarrolladores transfirieron el equivalente a u$s500.000 a varias billeteras y luego procedieron a cerrar todos los canales de comunicación: el sitio web, las cuentas sociales y hasta el canal de Telegram se esfumaron.

Así, como todo parece indicar, el creador de la iniciativa CryptoEats, Wade Phillips, simplemente no existiría.

El comunicado de prensa oficial lanzado por la supuesta compañía, y que también desapareció de internet, aseguraba haber recaudado u$s8 millones en una financiación Serie A y que había muchos especuladores a la espera de su lanzamiento para invertir en el negocio.

Supuestamente, la criptomoneda Eats iba a tener una capitalización de mercado de u$s1.000 millones en apenas seis meses. Incluso, CryptoEats detalló semanas antes de su estreno haber realizado una prueba en Londres, que había sido un total éxito entre sus más de 1.000 usuarios iniciales que probaron la app.

Aún así, no hay evidencias de que esa prueba se haya llevado a cabo alguna vez. Los influencers que promocionaron CryptoEats simplemente recibieron un pago por hablar de la aplicación en TikTok o Instagram, y al parecer eso fue suficiente como para recaudar u$s500.000 antes de desaparecer.

Otros casos

Por citar otros ejemplos, el caso OneCoin deslumbró a muchos cuando en octubre de 2017, después de que OneCoin acumulara alrededor de u$s15.000 millones, su fundadora desapareciera. El elemento interesante pero sorprendente de esta estafa, que duró casi cinco años, es que el proyecto nunca tuvo un blockchain.

Esta estafa tuvo éxito porque, en ese momento, solo unas pocas personas sabían sobre criptomonedas y blockchain. Todo lo que la gente sabía era que las criptomonedas son un método para "hacerse rico rápidamente".

Otro caso resonante fue PlusToken, que ofrecía pagos mensuales garantizados a los usuarios de su billetera de criptomonedas. En este caso, el equipo detrás de la firma logró en 2019 engañar a los inversores para que entregaran más de 180.000 BTC, 6.400.000 ETH, 111.000 USDT y más, por un valor de más de u$s4.000 millones.

Las estafas con criptomonedas vienen creciendo de la mano con el aumento de su adopción

La forma en que PlusToken logró el engaño a tantos inversores es muy similar a lo que realizado por Africrypt este año, gracias a un patrón mágico que ofrece retornos garantizados.

Si bien algunas empresas legítimas ofrecen dichos servicios, es fundamental tener en cuenta que sus devoluciones no son muy altas y que tienen un producto. Cuando no hay producto, los inversores se convierten en él.

Un tipo más moderno de estafa criptográfica son los obsequios falsos de Bitcoin y Dogecoin atribuidos a Elon Musk. Si bien estas estafas son bastante obvias, un porcentaje notable de inversores sigue siendo víctima de ellas. Según un informe reciente, las estafas de obsequios falsos de Elon Musk han cosechado al menos u$s 2 millones de inversores en criptomonedas.

Las estafas criptográficas llegaron para quedarse y no hay una solución o remedio para eliminarla. Lo que sí podemos hacer es informarnos y desconfiar de todas las ofertas milagrosas que nos proponen grandes ganancias en pocos clicks para evitar caer en ellas, según una nota de Gabriel Zurdo, CEO de BTR Consulting, publicada en iProfesional.

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