Según un reporte de la consultora dedicada a la seguridad en plataformas de blockchain Chainalysis, en el último año la adopción a nivel global de criptomonedas se multiplicó por ocho. Por su parte, el uso de criptos entre los argentinos hizo que el país se ubique entre los 10 donde el crecimiento es más rápido.
Como dato extra, hace un año Argentina ocupaba el puesto 28. Sólo es superada en la región por Venezuela, donde la adopción de criptomonedas la hizo ubicarse en el puesto 7 del ranking, liderado por Vietnam, India y Pakistán.
Con respecto al mismo estudio del año 2020 publicado por la firma de análisis de criptomonedas, Venezuela retrocedió cuatro posiciones, luego de estar tercera en el 2020; mientras que Colombia bajó dos escalones (de la posición 9 a la 11 actualmente).
Para elaborar esta lista de 154 países, el informe evaluó tres métricas clave: valor de las criptomonedas recibidas on-chain, valor minorista transferido on-chain y volumen de comercio peer-to-peer. Cada métrica fue ponderada por la paridad del poder adquisitivo.
El informe busca proporcionar una forma de medir objetivamente qué países tienen los niveles más altos de adopción de criptomonedas. Esta metodología establece la puntuación final de 1 como la más alta para cada una de las métricas estipuladas y no sólo en volumen de transacciones, como normalmente se ha aplicado en el pasado.
Otro dato importante que brinda el informe es que al final del segundo trimestre del 2021, la adopción global de criptomonedas creció un 881% en el último año y un 2.300% si se compara con el tercer trimestre del 2019.
Venezuela se ubica como uno de los países que posee la mayor adopción de criptomonedas de la región e incluso del mundo, logrando estar por encima de economías poderosas como la de Estados Unidos.
Los principales motivos para que esto ocurra es que en mercados emergentes como el de Venezuela, Kenia, Nigeria y Vietnam el uso de plataformas P2P se ha convertido en la herramienta más poderosa para escapar de la inflación. A su vez se utilizan para enviar y recibir remesas y para acceder al mercado cripto escapando de las restricciones que imponen los intercambios centralizados, según informó una nota de Clarín.