Una empresa denominada Thales creó un sistema mediante el cual una tarjeta de crédito puede tener un sensor biométrico incorporado. Este sensor le permite reconocer la huella del dueño de la tarjeta y así autorizar compras mayores a u$s60 sin la necesidad de que el usuario introduzca su PIN.
Este sistema es similar al que poseen muchos smartphones en la actualidad. El uso de estos sistemas fueron impulsados por la pandemia y es el preferido por cada vez más compradores, superando el 66% en caso de países como España, según un informe realizado por MasterCard.
Thales trabaja en este proyecto, bajo el nombre de Biometric Sensor Payment Card, desde 2015. A primera vista, se trata de una tarjeta normal, pero un lector de huellas marca la diferencia.
Junto al dispositivo, la compañía envía un dispositivo que permite realizar el primer registro. El usuario debe introducir la tarjeta en él y comenzar con el proceso colocando la huella sobre el sensor en varios ángulos.
Matthias Gelze, analista de Field Marketing en Thales, explicó que "lo más complicado fue introducir la electrónica necesaria en la tarjeta". Si bien hubo prototipos previos que funcionan con una pantalla y batería, la empresa no quería que el funcionamiento dependiera de la energía suministrada. Es por eso que aprovecharon la energía que se transmite de manera inalámbrica a través del NFC para alimentar los sistemas integrados.
El ejecutivo precisa que, el hecho de no incluir en la tarjeta más componentes de los necesarios, permitió alargar su vida útil hasta situarla en los mismos tiempos que las que no incorporan este sistema. "Es por eso que su período de validez se sitúa en los 5 años, aproximadamente", detalló.
La compañía precisa que este modo de pago a través de la huella solo se activa cuando el TPV admite pago sin contacto, pero también se mantiene la función tradicional de introducirla para pagar con el chip.
Desde Thales afirman que la seguridad de la tarjeta es mucho mayor que la que poseen las tarjetas con pin, llegando a estar a la altura de plataformas que aceptan pagos a través del teléfono como Apple Pay o Google Pay, que requieren la huella o el rostro para desbloquear el dispositivo y completar el pago.
También aseguran que el sistema es capaz de realizar optimizaciones de la lectura de la huella a medida que se va usando en el día a día, con lo que el proceso será más rápido y menos sensible a colocar el dedo de una forma concreta.
Se espera que, en unos meses, este sistema pueda estar disponible en algunas tarjetas de bancos alrededor del mundo, según informó el sitio Business Insider.