Laura Tabares es una ejecutiva con más de 20 años de experiencia en mercadotecnia, comunicación corporativa, relaciones públicas, estrategias de comunicación y posicionamiento de marcas, productos y servicios.

A lo largo de su trayectoria trabajó en empresas como UPS, PPG, American Express, Microsoft, Vitalsmarts, Informa Markets, TransparentBusiness y SheWorks! Al día de hoy es Directora Ejecutiva de Intuic la empresa del holding TransparentBusiness, que ofrece consultoría y servicios gerenciados de comunicación, imagen y posicionamiento a mujeres líderes alrededor del mundo. Y conversa en exclusiva con iProUP sobre el avance en el campo de la tecnología para las mujeres.

Formadora de equipos

-¿Cuáles son las habilidades principales que tiene que tener una mujer para liderar un área como la tecnológica? ¿Qué habilidades serán las más requeridas en el 2025?

Luego del cambio de paradigmas que trajo consigo la pandemia, en un escenario donde las nuevas tecnologías y el trabajo remoto pasaron a ser protagonistas indiscutidos para la reactivación económica de los países, el 50% de todos los empleados necesitarán volver a formarse para 2025, según el Informe sobre el Futuro de los Empleos del Foro Económico Mundial. Si bien para el 2025 la nueva normalidad será tecnológica, serán parte de este cambio radical las habilidades de carácter social.

Si bien la capacitación en tecnología encabezará la lista de habilidades que los empleadores creen indispensables para los próximos años, también serán de especial importancia para los puestos laborales, y mucho más para ocupar cargos en la alta gerencia, el desarrollo del pensamiento crítico, el  liderazgo y la influencia social y la resolución práctica de problemas.

La resiliencia, la flexibilidad y la tolerancia al stress son habilidades que deberemos incorporar y trabajar de cara a las nuevas formas de trabajar. También, se necesitarán nuevos líderes que sepan inspirar y motivar a sus colaboradores en este nuevo camino de trabajo a través de equipos distribuidos.

De hecho, las mujeres son quienes se encuentran al frente de la comunicación empresaria: ocupan más del 72% de los trabajos en comunicación y relaciones públicas y el 50% de los puestos directivos, según datos de la segunda edición del estudio La mujer en comunicación y RRPP de la Asociación de Empresas Consultoras en Relaciones Públicas y Comunicación (ADECEC).

Laura Tabares

-¿Cómo son los sueldos? Por favor, si me podría indicar un máximo y un mínimo en cuanto a salarios.

Se estima que en el mundo las mujeres ganan menos que los hombres, con una brecha salarial de género de aproximadamente un 23%, a pesar de lograr mayor cantidad de títulos universitarios, maestrías y doctorados. Las estadísticas de 2020 indican que las mujeres reciben 81 centavos por cada dólar que se le paga a un hombre. Cerrar la brecha de género inyectaría 12 billones de dólares al PBI global para 2025.

La segregación ocupacional es uno de los principales impulsores de las diferencias salariales generales entre hombres y mujeres. Por ejemplo, la educación y el apoyo a la salud son grupos ocupacionales dominados por mujeres, mientras que la arquitectura y la ingeniería es un grupo ocupacional dominado por hombres.

-¿Qué factores se modificaron para la contratación de una mujer, pandemia mediante?

Las empresas empezaron a darse cuenta que contratar a mujeres les da grandes resultados. Según el estudio Women in the Workplace de McKinsey las ganancias de las empresas y el rendimiento de las acciones pueden ser casi un 50 por ciento más altos cuando las mujeres están bien representadas en la cima. Asimismo, las mujeres de alto nivel tienen un impacto amplio y significativo en la cultura de una empresa.

No solo se trata de un tema de equidad de género, sino de entender que los mercados reaccionan positivamente a este tipo de iniciativas y que la diversidad aporta un valor a los consejos de administración. Contar con el talento femenino debe ser considerado una estrategia de mercado.

-¿Las mujeres se están abocando más ser parte del sector IT?

Podemos decir que se están animando a explorar caminos que antes eran impensados. El tema tiene raíz en la educación: hay muchos prejuicios de género que llevan a que las niñas, y las mujeres, se alejen de ciertas carreras como la ciencia y la tecnología.

Según datos de la UNESCO sólo el 30 por ciento de todas las estudiantes del mundo escogen estudios superiores dentro del campo de las ciencias, la tecnología, la ingeniería y matemáticas (STEM). Sólo el 3% se matricula en el campo de la tecnología de la información y las comunicaciones, y un 5% en ciencias naturales, matemáticas y estadísticas.

-A la hora de contratar, ¿Se valora que tengan un título universitario o pueden elegirse personas autodidactas?

La educación es sin dudas muy importante. La educación siempre será la base y no podemos excluirla nunca de la ecuación ya que es a través de esta que se nos abre el panorama para seguir creciendo.

Las nuevas generaciones no están excluyendo la educación tampoco, pero si vemos una tendencia a que el foco ya no está en cuántos títulos tienes es equivalente a cuánto puedes lograr, si bien el talento y las habilidades tienen más peso hoy, es una mezcla de todo, educación, talento, habilidad, experiencia y creatividad. El trabajo se enfocará cada vez más  a resultados, a talentos y no a títulos universitarios o a géneros.

¿Cómo percibe la industria en general?

Cada vez observamos más el arribo del teletrabajo y la denominada gig economy que ocupa a empleados por proyectos o tareas realizadas lejos de las oficinas de trabajo. Me parece que quien tenga la capacidad de renovarse podrá continuar en el mercado laboral. En estos días todos fluye, todo cambia y nada permanece. Tenemos que adaptarnos a las nuevas circunstancias.

-Comentario sobre el tiempo que llega adquirir una nueva habilidad para un nuevo trabajo.

Cuando nos referimos a las nuevas habilidades que se requerirán, o a la necesidad de actualizarse y sumar capacitaciones, nos referimos también a las llamadas habilidades blandas como la empatía, la inteligencia emocional, la escucha activa, saber reconocer los méritos del otro o la capacidad de adaptación. Con la pandemia, el mundo se dio cuenta de que estas habilidades --más habituales en las mujeres que en los hombres-- son vitales para afrontar un mundo incierto que nos trae nuevos retos. 

Se ha demostrado de forma reveladora que la inteligencia colectiva de los grupos pequeños aumenta cuando hay más mujeres en ellos y que las empresas con equipos directivos en los que existe paridad de género son más innovadoras que sus competidores y registran mejores resultados financieros.

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